El 12 de abril, Vox arrancaba la campaña electoral en Cangas Onís, donde se encuentra la cueva de la Virgen de Covadonga y Don Pelayo inició la Reconquista. Un lugar escogido al a conciencia por la idea de los ultraderechistas de “reconquistar” España y recuperarla de las garras de la “dictadura progre” y del independentismo catalán. Pero los de Abascal se han topado con un fracaso descomunal en este territorio.

Pese a que las expectativas con respecto a la formación ultra eran más que elevadas, donde las encuestas les situaban en torno a los 40 escaños, Vox se quedó anclado en los 24 asientos. Un gran resultado, pese a todo, para un partido extraparlamentario y que ha padecido un crecimiento estratosférico.

La ultraderecha obtuvo 2.677.173 en todo el territorio español. De esos dos millones, tan sólo 416 han provenido de Cangas de Onís. Los ciudadanos de la simbólica localidad han dado la espalda a la formación de Santiago Abascal pese al gran apoyo que se intuía en ese acto de inicio de campaña en el que muchos veían al líder de Vox como un trasunto de Don Pelayo.

De los 3.601 votos que aportó la localidad, sólo el 11,82% fueron a parar a la formación de extrema derecha. Un resultado paupérrimo para lo que pretendía Santiago Abascal. De hecho, en Cangas de Onís, Vox ha sido superado por las principales fuerzas parlamentarias de España, incluido Podemos.

De hecho, profundizando en los resultados, Vox sólo ha quedado por encima de Pacma, que ha obtenido el 0,73% de los apoyos. Por delante de la formación, además de los morados, también se sitúan Ciudadanos (14,7%), el Partido Popular (27,7%) y, por supuesto, el PSOE que se alzó como ganador en el municipio con un 30,5% de los sufragios.