Los resultados del 21-D en Extremadura arrojan la necesidad creciente que padece el Partido Popular respecto a Vox. La victoria agridulce de los azules fue insuficiente y agudizó su dependencia hacia los de Abascal. La ultraderecha pasa por ser un actor político recurrente y definitivo que, como ya hacía antes, condicione investiduras y gobernabilidades, pero ahora con más poder. Actualmente, la relación de la derecha con la extrema derecha es tortuosa. En algunos casos, nuclear por desavenencias personales y competitividad ideológica.
El electorado se ha derechizado, la izquierda se ha inmovilizado, el miedo al fascismo parece haberse disipado y la abstención ha triunfado. Todo ello en un clima de inestabilidad política, de ruido y polarización. No obstante, la portavoz del PSOE, Monste Mínguez, ya adelantó este martes que “queda sanchismo y PSOE para rato” y martilleó en la idea de agotar la legislatura, mantra que calcó de la retórica habitual de Pedro Sánchez. Cuanto más se recrudece la relación entre conservadores, más se allana -aparentemente- la posibilidad de acuerdo entre el bipartidismo.
Miguel Ángel Gallardo, quien fue el candidato socialista para los comicios extremeños, un perfil achicharrado desde su salto al estrellato nacional por el presunto vínculo que le une al hermano del presidente del Gobierno, dimitió como secretario general menos de 24 horas después de haber finalizado el escrutinio. Esto ha abierto un cisma demencial en la federación. En el PSOE de Extremadura apremian las voces críticas que rompen con la línea marcada por Ferraz y Moncloa, y hay quienes piden que los socialistas faciliten la investidura de María Guardiola con una generosa abstención.
Me despido con la cabeza alta.
— M. Ángel Gallardo Miranda/❤️ (@magallardomir) December 22, 2025
Con el dolor de no haber cumplido todos los objetivos, sí. Pero también con una certeza firme: el PSOE seguirá adelante, más fuerte y más unido, siempre al servicio de nuestra región.
Porque el PSOE de Extremadura siempre se levanta. Es mucho más… pic.twitter.com/gOFOFDmx4T
El primer paso se dio en el Congreso Extraordinario convocado este lunes, donde Juan Carlos Rodríguez Ibarra lideró esta corriente política que pretende desarticular a Vox y dejarlo fuera de la Junta. Sería un pacto no sólo de investidura sino que también incluyera un compromiso para aprobar las cuentas regionales durante la legislatura a cambio de una serie de condiciones que pondrían los socialistas, en materia de vivienda, educación, sanidad o dependencia.
El problema para ejecutar esta decisión es que la gestora que controlará el partido en Extremadura, pactada con Ferraz, ya no será la de Gallardo, y varios 'sanchistas' en la reunión de ayer criticaron esta medida que propone Ibarra, apelando además a la "dignidad" de Guillermo Fernández Vara. El principal favorito para sustituir a Gallardo, el secretario provincial de Cáceres, Álvaro Sánchez Cotrina, manifestó que está en contra de la abstención a Guardiola al recordar que el PSOE ganó en 2023 en número de votos y "nadie le facilitó nada", en referencia al Partido Popular.
Por ello, el PSOE estudia forzar a Guardiola al máximo para dificultar su pacto con la ultraderecha y evocarla a la disyuntiva: o con Vox o en minoría. En sus primeras declaraciones, la baronesa popular en funciones deslizó que pretende gobernar en solitario tras la inestabilidad que le supuso un ejecutivo regional compartido con la ultraderecha. Pero Abascal no pondrá un coste sencillo, menos aún, doblando resultados en poco más de un año y medio de legislatura.
La portavoz de la ejecutiva socialista ha afirmado que la abstención del partido en Extremadura “dependerá de los militantes de Extremadura” y reprochó que el PP no facilitase la investidura de Fernández Vara en los anteriores comicios. Todo apunta a que finalmente los 18 diputados regionales del PSOE no se abstendrán y votarán en contra para retratar al PP. Por su parte, Guardiola ha recalcado su poco ímpetu de reeditar la coalición con Vox en una entrevista concedida a la Cadena Cope.
"Los extremeños y las extremeñas han hablado, ha habido un voto que se ha quedado en casa, esa abstención, y está claro que tenemos que movilizar y convencer para que salga a votar, porque si no el resultado es el (...) la abstención de la izquierda, que lo que provoca es que tengamos una ultraderecha más gorda y que tengamos a un PP en los diferentes gobiernos", ha analizado la portavoz catalana. Dicho esto, ha defendido que el PSOE "sale a ganar" de cara a los siguientes procesos electorales sin "ninguna duda". "Vamos a salir a ganar, vamos a movilizar a nuestro electorado y vamos a convencer a nuestra gente de que somos más necesarios que nunca", ha puntualizado.
En su opinión, "solo el PSOE" puede frenar "esa involución" del "crecimiento de la ultraderecha", por lo que los socialistas van a salir a ganar el resto de procesos electorales porque "han tomado nota de lo que ha pasado en Extremadura".