La discusión estaba garantizada. Este lunes, Rosa Díez, cofundadora de UPyD, acudió a una mesa de diálogo sobre el resultado de las elecciones organizada por el Colegio Profesional de Politólogos y Sociólogos de la Comunidad de Madrid, titulada Del 28-A al 26-M. Repercusiones, en la que también participaba Fernando Vallespín, catedrático de Ciencia Política y expresidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

Díez, en primer lugar, describió que hemos vivido "un proceso electoral atípico". Lo calificó incluso de "pre-político". Explicó que se han planteado las elecciones "como si fueran un plebiscito, entre las derechas y las izquierdas". Añadió que en las elecciones normalmente se eligen partidos. "En éstas, el debate, y la forma de elegir, era por bloques. Las izquierdas tienen el mérito de haberlas convertido en plebiscitarias", reprochó. Destacó que nuestro país  tiene una ley electoral para el bipartidismo, que penaliza el pluralismo.

Votos a la basura

Abordó la fragmentación de la derecha y cómo ha beneficiado a la izquierda. "Hoy más de un medio de comunicación hace cuentas de qué habría pasado si hubieran ido juntas las derechas, VOXPP y Ciudadanos, y de la suma del resultado de PSOE y Podemos", señaló. Para ella, "la anomalía es tener esta ley electoral". Aclaró que "es una anomalía en términos democráticos, que queda más claro en estas elecciones". "La Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg) no sólo penaliza a los partidos pequeños, penaliza al ciudadano. Porque penaliza al pluralismo político", dijo. De acuerdo con sus palabras, el voto de los ciudadanos no vale lo mismo a la hora de convertirlo en escaños. "Estas elecciones han dado un panorama, a mi juicio, preocupante en términos de distorsión de votos. La suma VOX, PP, Ciudadanos saca 220.000 votos a PSOE y Podemos. ¿Hay miles de ciudadanos que tiran sus votos a la basura? Estas elecciones tienen esa consideración previa", aseveró.

Vallespín le respondió que éstas han sido realmente unas elecciones anómalas porque la campaña comenzó con la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa. Puntualizó que hubo quién pensaba que su Presidencia era ilegítima, por contar con el apoyo de fuerzas como Bildu. "Esto marco la antesala de la campaña electoral. La clave de lo que se planteó no fue un plebiscito entre derecha o izquierdas, sino ´Sánchez sí´ o ´Sánchez no´. Y sobre el negociar con estos partidos que ponían en cuestión la legitimidad constitucional. Es el punto sobre el que giró todo el debate", defendió. Añadió que el PSOE quiso salirse de ese enmarque y apuntó a un Gobierno de izquierdas, social, feminista y progresista que "se enfrentaba a una derecha novedosa que no había tenido pudor de fotografiarse con la extrema derecha y que tuvo el apoyo de VOX en Andalucía".

Pactar con Ciudadanos

A Díez le indicó que tan constitucional es VOX como Bildu o el independentismo catalán. "Se produjo una enorme polarización entre dos grandes bloques. Con un partido como Podemos que ha dejado de ser populista, que ha dado un giro hasta convertirse en una cosa distinta a aquello que se presentaba como un asalto a los cielos", describió el expresidente del CIS. Podemos se ha erigido como la garantía para que el PSOE siga siendo un partido de izquierdas, con su "evitamos que pacte con Ciudadanos".

Rosa Díez, Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de Atrevia, y Fernando Vallespín.
Rosa Díez, Manuel Mostaza, director de Asuntos Públicos de Atrevia, y Fernando Vallespín.

"La polarización de la derecha acabó provocando esta división que ha tenido un reparto de escaños suicida. No me parece mal que los sistemas electorales favorezcan la gobernabilidad sobre la proporcionalidad. Pero hay una serie de límites. Yo estaría a favor de cambiar el sistema español para que fuera más proporcional", reflexionó Vallespín. Las elecciones andaluzas transmitieron que la izquierda está desmovilizada y esto distorsionó la imagen que tuvo la derecha de su propia eficacia. Ésta no tuvo en cuenta de que si el votante de izquierdas se desmovilizó en Andalucía porque llevaba 40 años con un mismo Gobierno y porque el votante de derechas votó en conciencia. "Eso fue lo que dotó de potencia a VOX. La operación de la derecha tuvo la consecuencia contraria a lo que pretendió en sus inicios. Lejos de debilitar al nacionalismo, lo fortaleció. Lejos de debilitar a la izquierda, la fortaleció. La derecha en España tenía que haber tomado conciencia de sus posibilidades de Gobierno, una derecha, no tres, y una derecha en el centro. José María Aznar ganó porque consiguió aglutinar a la derecha en el centro. Hasta los canarios se han visto revitalizados". El voto total de las tres derechas es de 570.000 votos más que en manos del PSOE y Podemos. La derecha no ha sabido gestionarse "a través de un sistema electoral al que tienen que adaptarse todas las fuerzas políticas".

Su conclusión fue que el resultado electoral ha fortalecido a Sánchez y ha colocado al PP en "una situación similar a la que tuvo UCD cuando empezó a perder apoyos electorales". "Han sido las elecciones primarias de la nueva derecha, donde ha salido vencedor Albert Rivera. Pero éste ha fracasado en su objetivo, porque puso las líneas rojas para separarse de Sánchez y hacer que éste fracasara. En la derecha sólo puede quedar uno. Para que la derecha pueda ganar, tiene que desaparecer VOX. Mientras haya un VOX mínimamente fuerte, siempre va a estar movilizada la izquierda, movilizado el nacionalismo y movilizado el regionalismo", sostuvo. El apoyo electoral de la derecha es elevadísimo. Si sabe generar un discurso que atraiga a un sector moderado, atraerá votos.

Podemos y el chavismo

En su réplica, Díez argumentó que, si hubo debate al día siguiente de la moción de censura, fue porque Sánchez había prometido elecciones. "Un país es lo que un país quiere en función de las leyes que tiene. Toda democracia, ésta y otra, se define por las leyes que tiene. VOX no ha hecho nada inconstitucional todavía, o por lo que le estén juzgando. El presidente está apoyado por partidos que han organizado un golpe de Estado", pronunció. Hizo hincapié en que VOX es un partido del que se dice que es extrema derecha, mientras que a Podemos no se le califica de extremista. Ella es partidaria de cambiar la Constitución, pero con las normas que la propia Constitución establece. "¿Qué ha pasado en estas elecciones? Que la mayoría social no ve en peligro o en riesgo la España constitucional. No ve que sea un riesgo que el PSOE pacte con el chavismo. Y a la mayoría social no le parece que los golpistas, no los independentistas, sino los golpistas, sean malos socios de Gobierno. Y ésa es la foto que se ha hecho", determinó. Vallespín no tiene la misma visión de la constitucionalidad. Expuso que a Sánchez se le ha acusado de negociar con los independentistas cuando la verdad es que fueron éstos los que le echaron al no avalar los Presupuestos Generales del Estado. Rechazó llamar a la gente de Podemos chavistas en estos momentos. "Se ha convertido en un partido de izquierdas a la izquierda de la socialdemocracia", expresó. Concluyó que alguien es constitucionalista cuando busca algo contrario a la Constitución y tiene que logarlo a través de las vías que pone la Constitución.

Otros ponentes de la mesa de diálogo fueron José Miguel de Elías, director de investigación y análisis de Sigma Dos, y José Pablo Ferrándiz, doctor en Sociología e investigador principal en Metroscopia. De Elías comentó que el mensaje de VOX es "bastante transversal", lo que facilita una captación de votos muy importante. A su entender, la sensación de que fuera a entrar VOX con una gran fuerza en el Congreso de los Diputados fue encajando en la sociedad y ha activado mucho el voto al PSOE y a los nacionalistas. El "voto del miedo" ha funcionado muy bien. Por su parte, Ferrándiz consideró que "la volatilidad de nuevo ha sido protagonista en estas elecciones". Se calcula que nueve millones de españoles han cambiado el voto. Ha habido incertidumbre. Se hablaba de un 40% de indecisos. "En todo caso, había una incertidumbre de gente que dudaba. En torno a dos millones de personas han decidido el voto el mismo domingo electoral", estableció. Otro factor era la competencia electoral, por ver quién sería el primero y quién quedaría el segundo. Se veía "vencedor anticipado" al PSOE y la movilización fue motivada sobre todo por los tres partidos de la derecha. El electorado de centro derecha se ha sentido liberado para no emplear voto útil, sino para votar a su opción más cercana. Eso es algo que ha castigado al PP.