Pablo Casado no solo ha perdido la confianza de los barones del Partido Popular, sino también de sus votantes. Tal y como ha quedado demostrado en la manifestación convocada este domingo en favor de Isabel Díaz Ayuso a las 12.00 horas en las puertas de Génova, 13, los simpatizantes de los populares (o al menos los más ruidosos) han escogido el bando de la presidenta madrileña en esta guerra civil entre esta y la dirección nacional del partido, con el propio Casado y Teodoro García Egea como punta de lanza.

Poco o nada ha importado que este sábado la dirección nacional del PP decidiera dar un volantazo de 180 grados y anunciara que retirarían el expediente informativo a Ayuso. Miles de personas –más de 3.000 según los convocantes, entre 1.500 y 3.000 según la policía- se han congregado frente a la sede del partido, llegando incluso a cortar la calle de Génova, para mostrar su apoyo total a Ayuso con gritos y pancartas de “¡Todos con Ayuso!”, “¡Ayuso, presidenta!” o “¡Ayuso a La Moncloa!”.

Unas proclamas a favor de la presidenta madrileña –algunos incluso llevaban mascarillas pintadas con el lema “Yo con Ayuso”- que se han entremezclado con las enormes críticas a la dirección del partido, personificado especialmente en Casado, aunque tampoco han faltado los reproches a Egea. En este sentido, una de las pancartas que más éxito ha tenido ha sido una que tildaba al líder del PP y a su mano derecha de “incapacitados y peleles” al mismo tiempo que reclamaba las figuras de Alberto Núñez Feijóo, Cayetana Álvarez de Toledo, Juan Manuel Moreno Bonilla, Esperanza Aguirre y la propia Ayuso como “solución para echar” a “Pedro I el mentiroso, que pacta con los asesinos e independentistas”.

Pancarta en contra de Casado y Egea

Una crisis interna sin precedentes en la historia del PP

La manifestación de este domingo llega después de varias jornadas seguidas de concentraciones (estas mucho menos numerosas) en las puertas de la sede del PP como protesta por el supuesto espionaje –hecho público el pasado miércoles por El Confidencial- que Génova habría realizado al entorno de Ayuso por el cobro irregular de su hermano en la compra de material sanitario durante la peor etapa de la pandemia.

Desde entonces, se ha desatado una crisis interna sin precedentes en el PP, que ha dejado a la formación conservadora rota y con declaraciones cruzadas entre ambos bandos. “Nunca pensé que la dirección de mi partido fuera a actuar de una manera tan cruel contra mí”, lamentaba Ayuso el pasado jueves, disparando directamente contra Casado y Egea. “Los servicios jurídicos ya están trabajando en las posibles consecuencias legales de lo sucedido. En paralelo vamos a abrir un expediente informativo. Nos reservamos las actuaciones oportunas […] El PP se lo ha dado todo”, replicaba la mano derecha del presidente de los populares. “La cuestión es si es entendible que el 1 de abril, cuando morían en España 700 personas, se puede contratar con tu hermano y recibir 286.000€ de beneficio por vender mascarillas”, apostillaba el propio Casado.

Un aumento de la tensión que provocaba que numerosos pesos pesados del PP, con Feijóo a la cabeza, instaran a la dirección nacional de los populares a arreglar el problema internamente y dejar de fagocitar el partido. Casado, por el temor a una rebelión interna aún mayor, decidía aceptar el consejo del presidente gallego y convocaba este viernes a Ayuso a una reunión para “buscar una solución” -un encuentro que se iba a conocer el sábado-.

Sin embargo, no solo no iban a rebajar la tensión, sino que horas más tarde el entorno de Ayuso denunciaba que durante el encuentro Casado le llegó a proponer a la presidenta madrileña levantarle el expediente informativo a cambio de que ella aceptara decir en un comunicado que "no había sido investigada por el PP".

Pese a que Ayuso rechazó la oferta, finalmente a última hora de este sábado la dirección nacional del PP se rendía y anunciaba que le cerrarían el expediente informativo después de dar por buenas las explicaciones dadas por la presidenta madrileña.