Granados en la inauguración
Desde el pasado sábado, el exconsejero madrileño vive en la cárcel que el mismo inauguró, una prisión que costó 100 millones de euros y situada a 70 kilómetros de la capital.
El entonces ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba subrayó que era una prisión “modélica en seguridad y reinserción social” y que con la construcción se aliviaba la saturación de las prisiones de la región.
Un preso más
Más de un lustro después, Francisco Granados, es uno más dentro de la población reclusa del centro. Una prisión que cuenta con 1.214 celdas y está dotada de piscina, gimnasio, futbolín, aulas, talleres y biblioteca. ¿Recordará Granados sus propias palabras durante la inauguración del centro, que las prisiones tienen como objetivo “la reeducación y la reinserción de los presos”?