La derecha y la ultraderecha han inundado de críticas las redes sociales hacia David Broncano, Lalachus y TVE desde que la cadena anunció que los cómicos serían los presentadores de las Campanadas. Una constante que tras la emisión del especial de fin de año se ha recrudecido después de que la artista exhibiera una estampita de la vaquilla del Grand Prix, representada como el Sagrado Corazón de Jesús. Esto sirvió de excusa para que asociaciones ultra como Abogados Cristianos iniciaran el año 2025 con una campaña contra la comediante. En respuesta al acoso en redes, el Gobierno ha mostrado su respaldo a Lalachus y ha resucitado la reforma del delito de ofensas religiosas.
Y es que muchos usuarios en redes sociales, afines a entornos de la derecha y la ultraderecha iniciaron el 2025 de la misma manera que acabaron el 2024; crucificando a lo que según ellos se escapa de sus corchetes morales. Para ellos, especialmente Abogados Cristianos que fueron quienes iniciaron la cacería, una vaquilla a modo de Sagrado Corazón de Jesús es una ofensa a la Iglesia y a los católicos del país. No es así, en cambio, cuando por redes se exhiben montajes similares con la cara de un deportista español o cualquier líder de opinión de las charcas sociales que haya acribillado al Gobierno progresista.
Reforma del Código Penal
Ante esta cacería indiscriminada en redes sociales ha salido el Gobierno de España, personificado esta vez en Félix Bolaños. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes fijó la postura de Moncloa al respecto, que no es otra que la de respaldar a Lalachus frente a las hordas de “ultras” que han intensificado su acoso en redes sociales. “Día 1 y primer intento de los ultras de amedrentar”, escribía el ministro en su perfil oficial de X –antes Twitter-.
Un inicio de tuit al que prosiguió un compromiso que el Gobierno ya mostró el pasado mes de julio, cuando se puso sobre la mesa el Plan de Regeneración Democrática. En el marco de esta gran reforma se integraba una modificación del artículo 525 del Código Penal, que tipifica como delito las ofensas religiosas. Un precepto que, por cierto, el Ejecutivo pretende eliminar “para garantizar la libertad de expresión y creación”. De hecho, así lo hizo saber el propio ministro, subrayando su ánimo de impulsar su reforma en el marco de dicho plan; concluyendo su mensaje con un hashtag de apoyo a los dos cómicos: “#YoConLalachusYBroncano”, remachó.
En este sentido, el pasado mes de julio ya se dieron los primeros pasos en este sentido, aunque tan sólo fueron verbales. El Ejecutivo expresó su intención de iniciar la supresión del delito de ofensas religiosas que se recoge en el artículo 525 del Código Penal mediante una reforma legislativa pactada con Sumar. Un delito que, hasta la fecha, sólo no se sanciona en 6 de los 27 estados miembros de la Unión Europea.
La voluntad de Moncloa es modificar el siguiente texto: “Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican”.