El Gobierno reprocha a Juan Carlos I el comportamiento que este ha tenido durante su estancia en España en la que ha sido su primera visita desde que se autoexilió a Abu Dabi. La portavoz socialista, Isabel Rodríguez, ha lamentado este lunes la “oportunidad perdida” por parte del emérito de pedir disculpas a los españoles.  

En la misma línea, Fernando Grande-Marlaska sostuvo frente a los medios de comunicación que “si en su primer viaje a España en estos dos últimos años no ha aprovechado para dar explicaciones y sólo para salir al mar y para una barbacoa” entiende que ha dejado pasar la posibilidad de dar explicaciones.

A ello se le suma que Unidas Podemos ha usado calificativos muy duros para definir cómo han sido los días que ha pasado Juan Carlos I en el país y ha instado al PSOE a pasar “de las palabras a los hechos” y apoyar una comisión de investigación que, lamenta, la formación ha tumbado hasta en siete ocasiones.

Más discreción

Además de lo que los diferentes responsables gubernamentales han ido deslizando en torno a la figura del antiguo rey, un exmiembro del Ejecutivo de Pedro Sánchez ha sostenido que “todo el mundo” ha intentado ser “prudente”, menos el principal implicado: el propio emérito. Así lo sostiene la fuente aquí mencionada y que ha hablado para El Periódico de España.

Esta persona asume también que Juan Carlos I ha trabajado lejos de la intención primera de Casa Real y a la que él mismo se habría comprometido, que no es otra que operar con discreción, manteniendo un perfil bajo como le pedía también presumiblemente Zarzuela, y no yéndose de regata y respondiendo a los periodistas con ironía cuando estos le preguntaban si iba a dar explicaciones. “Explicaciones, ¿de qué?”, contestaba casi con sorna el padre de Felipe VI.

La propia Rodríguez subrayó que Juan Carlos I debería haber sido “más cuidadoso” y, cuanto menos, rendir cuenta sobre hechos “que no son compatibles con la ejemplaridad y la transparencia”. Y es que, a pesar de que el PSOE ha mostrado también su apoyo a la Jefatura de Estado y al rey vigente, ha reprendido el comportamiento del emérito. Nuevamente.

 Cabe recordar aquí que cuando saltaran las primeras informaciones en torno a los movimientos reprochables del monarca, el propio Sánchez calificó estas de “perturbadoras” e “inquietantes”.

Casa Real abre la puerta a que el emérito resida en España

Precisamente la Casa Real es la que no ha cerrado la puerta a que el monarca resida en España, más allá de la que tendrá lugar el próximo mes de junio para que participe en el campeonato del mundo de regatas. Sin embargo, desde Zarzuela apuestan también por la cautela y recuerdan que Abu Dabi, a donde regresaba el mismo lunes, es su lugar de residencia "permanente y estable", como ya le trasladó a Felipe VI en la carta que le envió el 5 de marzo.

Asimismo, han hecho hincapié, recurriendo a los mismos términos que entonces empleó este en su misiva, en que Don Juan Carlos ha tomado la decisión "de organizar su vida personal y su lugar de residencia en ámbitos de carácter privado, tanto en sus visitas como si en el futuro volviera a residir en España, para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible".

Dicho esto, el comunicado que se difundió después recalcaba que "todo ello, junto con los demás extremos que figuran en dicha carta, constituye el marco de referencia de las actividades" de Don Juan Carlos, dando a entender que así debería ser en futuras visitas. De hecho, el emérito tiene intención de regresar entre el 10 y el 18 de junio al Campeonato del Mundo de Vela que se disputará en Sanxenxo.

Sin embargo, el descontento de la residencia oficial de la Jefatura de Estado no es ningún secreto, tal y como han apuntado varios sectores desde que el exmonarca aterrizara en Sanxenxo, en jet privado y para participar de las regatas. Dejándose ver, de igual forma, más de lo que tenía acostumbrados a los medios de comunicación.

Con todo ello, aún quedan incógnitas por despejar. ¿Se desmarca totalmente el Ejecutivo del comportamiento de Juan Carlos I? ¿Es el emérito consciente de daño que, una amplia mayoría asegura, está haciendo a la monarquía? ¿Residirá en un futuro, más o menos cercano, de nuevo en España? Habrá que esperar para poder responder a todo ello, seguramente más allá de las próximas semanas, cuando Juan Carlos I retorne a la localidad gallega.