Moncloa y Génova siguen enfrascados en el cruce de acusaciones previo a la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid. La capital española se convertirá en el epicentro de operaciones de la Alianza Atlántica los próximos 28, 29 y 30 de junio y nadie quiere quedarse atrás: si tanto el Gobierno como la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid insisten en la necesidad de dar ejemplo y evitar el colapso de la ciudad, amplificado por las delegaciones que aterrizarán en Torrejón y el ingente operativo de seguridad de la ‘Operación Eirene’, el equipo de Feijóo busca conseguir una cuota de participación reseñable con un plan de Estado que el propio presidente del PP remitió a Pedro Sánchez por carta la semana pasada y que, según confirman fuentes de la máxima confianza del líder gallego, aún no ha sido contestado.

“Sin respuesta por parte del Gobierno”. Con esta corta frase, estas fuentes reprochan al presidente del Gobierno su falta de diplomacia al no tener en cuenta las consideraciones que desde el PP hicieron llegar a La Moncloa para dar una imagen cohesionada ante los socios de la OTAN en la cumbre que España acogerá en celebración de los 40 años transcurridos desde que nuestro país pasase a formar parte de los miembros de la organización militar.

ElPlural.com se ha puesto en contacto tanto con el gabinete del presidente como con el Ministerio de Defensa para saber si el Gobierno ha estudiado la propuesta de Feijóo, cuál es su consideración de los pactos que plantea y si piensa contestar en los próximos días. Sin embargo, por el momento, en Moncloa guardan silencio absoluto y prefieren no hacer consideraciones.

Este secretismo no es tal cuando se les pregunta por las críticas realizadas por el PP a la organización del enclave que paralizará Madrid en las próximas fechas. La ministra de Defensa, Margarita Robles, y el titular de Exteriores, José Manuel Albares, fueron los encargados de hacer su valoración en la rueda de prensa que ofrecieron este miércoles en el Palacio de La Moncloa: “El PP sabe perfectamente que este Gobierno ha tratado las políticas de defensa como de Estado. La mejor política de Estado es apoyar la cumbre y que se sientan orgullosos de la celebración en España", sentenciaba Robles.

La ministra de Defensa tampoco evitaba la pregunta sobre las diferencias que ha despertado la cumbre en el seno de la coalición. Sobre las críticas de Ione Belarra y la mala imagen que puede dar en el exterior que miembros del Gobierno alcen la voz, Robles explicaba que "las declaraciones personales son respetables, pero no comprometen al compromiso de España" con sus socios. "En esta cumbre se aprobará un nuevo concepto estratégico que garantizará la seguridad de los miembros de la OTAN durante la próxima década", proseguía, haciendo hincapié en la confianza que han transmitido el resto de miembros de la Alianza con España para ser el país anfitrión de un cónclave que puede redefinir el mapa de alianzas. "Se podría firmar el acuerdo en Madrid. Esperamos que la cumbre sea un momento en el que las dudas se puedan resolver", explicaba Albares en referencia a la posibilidad de que la capital española sirva de zona cero para la entrada de Finlandia y Suecia a la OTAN.

El ‘plan Feijóo’

El plan de Estado enviado por el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene cinco puntos clave: desde garantizar la protección de todo el territorio nacional, con especial “atención a los territorios no peninsulares y la frontera sur de la Unión Europea”, hasta “el reforzamiento de la participación española en los esquemas de seguridad colectiva” o “la creación de una fuerza militar europea, garantizando la autonomía estratégica de la UE y contribuyendo de esta manera a la seguridad transatlántica y mundial como complemento a la OTAN”.

Al margen, desde el PP también hacen hincapié en las condiciones de las Fuerzas Armadas españolas, así como en la necesidad de aumentar el gasto público en defensa, tal y como ya pidió la Alianza Atlántica en la Cumbre de Versalles que encabezó Emmanuel Macron en los orígenes de la guerra entre Rusia y Ucrania.

“El objetivo general es garantizar la seguridad, la soberanía y la integridad territorial de nuestro país, reafirmando nuestros compromisos internacionales como miembro responsable y confiable de Naciones Unidas, la Alianza Atlántica y la Unión Europea. El PP ofrece al Gobierno de PSOE y Podemos y al resto de fuerzas políticas del arco parlamentario un acuerdo de cooperación en materia de defensa, entendida como política de Estado”, indicaban, en el momento de envío del plan, fuentes de la dirección popular.

Una respuesta que no se esperaba

Sin embargo, y pese a que ha sentado mal que el Gobierno no haya enviado respuesta alguna al plan que el PP diseñó con calma y pretensión de unidad de acción, lo cierto es que se esperaba. En las semanas previas a presentar el plan, fuentes de Génova explicaban a este medio que había “pocas esperanzas en la capacidad de alcanzar consensos por parte del presidente del gobierno, en éste y en cualquier tema”.

“Por nosotros no va a quedar, pero entendemos que ahora esté liado despejando las acusaciones de prevaricación que Podemos le hace acerca de la organización de la cumbre de la OTAN”, sentenciaban estas mismas fuentes, aprovechando para condenar la actitud de Podemos como socio de Gobierno y la imagen que proyectaba el Ejecutivo en las postrimerías de la organización de la cumbre.