Este 24 de abril, Ciudadanos daba un golpe de efecto inesperado: el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, se pasaba a las filas naranjas para la región. La fecha no es casual y es la venganza del sustituto de Cristina Cifuentes porque este mismo día, a primera hora de la mañana, el Boletín Oficial del Estado publicaba la lista del Partido Popular a las elecciones europeas donde Pablo Casado le había relegado.
La historia de Garrido mantuvo en vilo al Partido Popular, con momentos humillantes en los que el todavía presidente de la Comunidad de Madrid llegaba a pedir en público que Casado contase con él para revalidar la candidatura regional. Algo que nunca llegó a pasar, al elegir a Isabel Díaz Ayuso, una desconocida para el público general, en el último momento.
Garrido, eso sí, consiguió acomodo en las listas del Partido Popular al Parlamento Europeo, y no cualquier puesto: el número cuatro de la candidatura. Una opción “cómoda”, con una elección “asegurada”, según ha confesado él mismo en la rueda de prensa que ha concedido, ya con los colores naranjas, junto a Ignacio Aguado, el líder de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid.
Pero finalmente ha pesado más las ganas de revancha de Garrido, que hace una semana abandonaba el cargo de presidente de la Comunidad de Madrid en favor de Pedro Rollán, que lo ejerce en funciones. Justo hoy se publicaban las durísimas declaraciones de Rollán contra los concejales de Madrid que también han sido purgados en las listas madrileñas y que se han pasado a Vox, como Íñigo Henríquez de Luna o Fernando Martínez Vidal. "Es cuanto menos curioso que hasta el minuto que se publican las listas [para las elecciones] uno es empedernido defensor del PP y en el momento en el que no cuentan contigo cambian de partido. Eso en mi pueblo tiene un nombre", atizaba Rollán.
Pero la coincidencia va más allá. Como decimos, este mismo miércoles el Partido Popular publicaba su lista para las elecciones europeas, donde aparecía Ángel Garrido todavía en el puesto número cuatro. Una propuesta que todavía es enmendable y en la que Garrido, por fuerza, tendrá que desaparecer para seguir su nuevo periplo con Ciudadanos, en el puesto número 13, y con el partido al que antes calificaba de “tonto útil”.
