Se le ha calentado la boca, o se ha confiado demasiado en su 'fama' de empollón, o ambas cosas. Pero lo cierto es que Alberto Ruiz Gallardón ha mentido este miércoles por la mañana en el Congreso. La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano le preguntaba, en la sesión de control del Gobierno, sobre la inminencia de la entrada en la cámara de la nueva ley del aborto. La líder socialista le preguntaba, en concreto si "sigue el Gobierno manteniendo como prioridad recortar las libertades de las mujeres a través de la reforma de la Ley del Aborto".

El discurso histórico de la derecha en asuntos de igualdad
Gallardón había declarado que la reforma estará incarnada en la tradición de su partido. Y en su intervención, Valenciano, le respondió que eso era una terrible noticia, porque "cuando la derecha española apela a su discurso histórico con respecto a las mujeres nos echamos todas a temblar". Y a continuación hizo un repaso de ese 'historial'.

Desde que se reinstauró la democracia, ha dicho la número dos del PSOE, Alianza Popular primero, y el Partido Popular después, los 'populares' votaron contra la ley del divorcio; contra la ley del aborto, a la que recurrieron ante el Constitucional; contra la ley de la Igualdad; contra el matrimonio entre personas del mismo sexo...



La derecha "custodia de la moral cristiana"
Valenciano incluso ha echado mano a alguna frase literal, una del gran mentor de Gallardón, Manuel Fraga, que en 1980, ante la aprobación del divorcio dijo que defenderían "el matrimonio religioso de cualquier ataque; seguiremos la actitud de la Iglesia, custodia de la moral cristiana". U otra del diputado Mendizábal Uriarte de 1978, que sobre la interrupción voluntaria del embarazo dijo que "despenalizando el aborto con apoyatura de distingos, estaríamos dejando en libertad a los auténticos asesinos". Valenciano concluyó que, ante la inminencia de la llegada de la reforma de la ley del aborto, en el PP "han evolucionado tan poco, que siguen anclados en la prehistoria".

Y fue en su contestación a la vicesecretaria general socialista cuando Gallardón echó en cara al PSOE que hiciera uso de la historia cuando dijo, los socialistas se habían opuesto durante la Segunda República a que se concediera el derecho a voto a las mujeres. Una mentira sorprendente en quien presume, y a quien conceden, el calificativo de gran conocedor de la historia.

Influencia de la Iglesia sobre el voto femenino en los años 30
Es cierto que cuando se estaba negociando aquella constitución se produjo un gran debate sobre la concesión del voto a la mujer. Pero, justo al contrario de la que es argumentación de Gallardón, lo que sucedía es que los partidos de la derecha querían que ese voto se les concediera a las mujeres no por creer en la igualdad, sino porque en aquella España la influencia eclesial sobre la mujer, en especial en el campo y en las pequeñas poblaciones, donde aún vivían un gran número de habitantes, era muy grande y creían que podrían sumar su voto mayoritariamente.

Las dos únicas mujeres con acta de diputadas en aquel Congreso, Victoria Kent, del Partido Radical Socialista, y Clara Campoamor, del Partido Radical, sostuvieron un encendido debate sobre el asunto... Pero cuando se llegó a la hora de la votación los resultados fueron incontestables. Eduardo Madina, en un Twitter se encargaba de recordárselos a Gallardón



De los 282 diputados presentes en la Carrera de San Jerónimo aquel 1 de octubre de 1931, 166 votaron a favor del voto femenino, entre ellos 83 del PSOE -el 50% de esos votos-, bien es cierto que con alguna excepción, como la de Indalecio Prieto, mientras 121 votaron en contra (básicamente los diputados de Acción Republicana, el Partido Radical y el Partido Radical Socialista).