A pesar de la baja valoración de otros ministros, como Wert o Báñez, nadie en el PP se ha atrevido a criticarles; con Alberto Ruiz-Gallardón la cosa cambia. El titular de Justicia, al que Mariano Rajoy ha dejado a los pies de los caballos porque la reforma del aborto que trazaron juntos no interesa ahora por razones electorales, es menospreciado por dirigentes del PP que no tienen ningún reparo en afirmar que está “desautorizado”, según publica este miércoles nada más y nada menos ABC, un diario que en otro tiempo le era ‘fiel’ al político popular. Gallardón ha sorteado este miércoles las preguntas sobre el futuro de su proyecto que le lanzaron desde la bancada socialista, con una intervención, que, por cierto, fue recibida con escasos aplausos por los suyos.

Tormenta política en el PP
ABC habla de “tormenta política en el seno del Partido Popular por el miedo a que la aprobación de la reforma de la ley del aborto “perjudique” al partido “mucho”. “Lo vamos a pagar”, subrayan algunos dirigentes del PP, y entre estos se reconoce que el ministro “queda en una posición de desautorización absoluta”. Incluso acusan a Gallardón de “inoportuno” por su empecinamiento.

Por dignidad debería dimitir
Los hay que creen que “por dignidad debería dimitir” y quienes le reprochan sus amenazas de dimisión que luego no lleva a la práctica. “Cuando se anuncia una dimisión se dimite, no amenaza uno con irse”, aseguran esas voces.

Unanimidad para que el anteproyecto no llegue al Parlamento
El diario cita a un miembro de la Ejecutiva que asegura que en la dirección del partido hay “unanimidad” en que el proyecto de ley no llegue al Parlamento. Algunos, sin embargo, reprochan al Gobierno aprobarlo sin “valorar las consecuencias del mismo”.

El único cuestionado
En el centro de la “tormenta” en el PP por la conveniencia o no de aprobar la retrógrada reforma está Alberto Ruiz-Gallardón, el único ministro al que dirigentes del PP se permiten criticar. Por más cuestionados que estén otros, como José Ignacio Wert o Fátima Báñez, con una valoración por los suelos, o como lo fue Miguel Arias Cañete, con sus salidas de tono, incluidas las machistas, no se han escuchado voces que pusieran en cuestión su autoridad.

El PP sacrifica hasta los imperativos morales, cuando le conviene
En ABC, hoy, David Gistau ofrece su explicación a esto: Gallardón no ha sido “un infiltrado” en el Gobierno, un “desconocido con gafas” que se ha sentado en el Consejo de Ministros y el Parlamento por casualidad. Si ahora “reniegan de él y dicen no conocerlo ni saber cómo ha llegado a circular su proyecto” y lo “hacen hacer pasar por un lunático”, es porque “el PP sacrifica hasta los imperativos morales autoimpuestos cuando no le son útiles o cuando una encuesta indica que acarrean desgaste electoral”. Los consejos de ministros –recuerda el columnista- “son jerárquicos y ningún proyecto sale del borrador sin la aquiescencia y la implicación del presidente y la vicepresidenta del Gobierno”.

Gallardón no aclara nada sobre el futuro de la ley ni el suyo 
Este miércoles, en la Sesión de Control al Gobierno en el Congreso, la portavoz del PSOE de Igualdad, Carmen Montón, ha pedido a Gallardón que retire definitivamente un proyecto que va contra "la libertad de las mujeres". Pero el ministro no ha aclarado si "renuncia de una vez por todas y para siempre" a la nueva regulación, ni si optará por dimitir, como ha amagado.  Gallardón ha respondido que "es muy difícil saber dónde estaremos cada uno de nosotros, hoy, mañana, dentro de un año, pero le aseguro una cosa, no sé dónde nos vamos a encontrar pero le aseguro que allí donde nos encontremos usted y yo a mí me encontrará defendiendo las libertades de las mujeres y defendiendo el derecho a la vida de los concebidos".