Hoy publican los medios informativos que el ministro Gallardón piensa tramitar un Proyecto de Ley de Asistencia Jurídica Gratuita para “ampliar beneficios” a determinados colectivos. Dicho así suena muy bien; predispone el ánimo en sentido positivo... pero leyendo con más calma evidencia todo lo contrario, como era de esperar viniendo de quien viene y siendo el tema que es.

Con la Ley de Tasas desaparece en la práctica la gratuidad de la Justicia para la mayoría de los españoles; los beneficios que dice extender con este Proyecto de Ley son en realidad la excepción que confirmará la regla, un intento de poner bálsamo a gotitas en la gran herida que el mismo Partido Popular originó en la sociedad española. Aun así, si sólo fuera el tema de las víctimas de violencia de género, discapacitados, sindicatos (qué extraño que metan a los sindicatos en este paquete), Cruz Roja, etc. aun precisando que lo que está mal es la propia Ley de Tasas, podríamos saludar como un pequeñísimo paso positivo este Proyecto.

Lo que llama poderosamente la atención es la inclusión de las “asociaciones de víctimas del terrorismo”, con la coletilla de “al margen de sus recursos”. En Valencia se libra una de las últimas batallas por la Memoria de otra víctima del terrorismo como lo fue Teófilo Alcorisa, asesinado por terroristas de uniforme en abril de 1947 y enterrado donde les dio la gana a estos, en el Cementerio Civil. El Ayuntamiento de la ciudad sigue alargando el tormento de personas mayores que lo único que quieren es sacar a su padre del agujero donde lo arrojó el odio y la sinrazón para darle digna sepultura. Desde aquí, pedimos un pequeño esfuerzo más para creer en la buena intención de este Proyecto.

El señor Gallardón debe saber que en España hubo otros asesinos hace muchos años. No llevaban txapela vasca ni pasamontañas porque actuaban con el patrocinio del Estado con camisa azul, caqui o verde olivo y que extendieron el terror sembrando España de fosas comunes en barrancos y cunetas por todda nuestra geografía.

Cada una de aquellas víctimas, que siguen desaparecidas hoy en día, dejó tras de sí varios muertos en vida, sus viudas e hijos que nunca tuvieron el trato que, merecidamente, tienen aquellos otros hijos y viudas a los que la derecha española sí otorga la condición de víctimas. Estancos, porterías, empleos oficiales vitalicios, becas y carreras pagadas a los huérfanos, indemnizaciones millonarias y obediencia exquisita a sus exigencias siguen siendo hoy mismo las evidencias de un apoyo estatal que, por supuesto, se merecen.

Sin embargo, la verdadera “otra cara” de la moneda son centenares de miles de aquellos otros hijos (las viudas ya casi ni existen) a los que parece no tener en cuenta esta ampliación de los beneficios de Justicia Gratuita. A estos no hace falta aplicarles la coletilla de “con independencia de sus recursos” porque ninguno los tiene, ni ellos ni sus escasas Asociaciones...

Reconocer los mismos derechos a este amplísimo colectivo en pie de igualdad con las modernas víctimas del terrorismo etarra es la prueba del algodón que demostraría la credibilidad del sr Gallardón en este proyecto, además de una merecidísima medida de Justicia que siguen esperando.

Desde esta Valencia escenario de tanta batalla por la memoria democrática, a la que tanto bien haría un tratamiento igualitario con otros colectivos, pedimos al Sr Gallardón que iguale por ley lo que es igual por naturaleza. No es humano discriminar a personas que sufrieron el mismo dolor hace décadas por las preferencias ideológicas de quien ejerce el Gobierno. Así podríamos saludar su Proyecto como un gran paso positivo; si no, podríamos pensar que en realidad es el pago por los servicios prestados a quienes han hecho de bomberos apagando el mismo fuego que hoy perjudica al PP, y antes lo avivaron cuando gobernaban otros.

Matías Alonso Blasco es coordinador del Grupo para la Recuperación de la Memoria Histórica