El debate político gira de nuevo sobre el eje del caso que investiga una presunta filtración del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso, aunque no por los derroteros habituales. O casi. El País publicaba este viernes los vídeos de las declaraciones tanto de García Ortiz, como de Alberto González Amador y el jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel Rodríguez, en la vista que tuvo lugar en el Tribunal Supremo el pasado 8 de enero. El contenido de los testimonios ha salido a luz ahora y deja no sólo a Ayuso, sino a todo el Partido Popular, entre la espada y la pared. Así lo creen en Ferraz, donde esperan e incluso urgen a su líder, Alberto Núñez Feijóo, a dar explicaciones. Especialmente si a alguien que se ha presentado ante los españoles como el “regenerador de la vida pública”, le parece correcto que “se manche el nombre de una institución” por obra y gracia de una lideresa regional.

El caso de la presunta filtración de García Ortiz sobre González Amador comienza a esclarecerse y en Ferraz lo tienen claro: Miguel Ángel Rodríguez mintió “exclusivamente” para proteger a Isabel Díaz Ayuso y su pareja. Esta es la consigna que retumba en el cuartel general de los socialista y que este mismo sábado ha verbalizado la portavoz adjunta de la Comisión Ejecutiva federal del PSOE, Enma López. En declaraciones ante los medios de comunicación ha puesto voz al sentir de la organización que dirige el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reflexionado sobre el reconocimiento del propio MAR ante el juez Hurtado. Sin embargo, más allá de las principales líneas de argumentación, López ha puesto el foco sobre el presidente del Partido Popular.

Para la dirigente socialista es llamativo el “silencio” que guarda el líder de la oposición tras conocerse las testificales del jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Tanto el PSOE como el Gobierno engrasan su estrategia de confrontación directa con la propia Ayuso. Sin tapujos. En Ferraz y Moncloa han activado la maquinaria electoral para mermar las opciones tanto de Génova como de la inquilina de la Puerta del Sol de cara al 2027. De ahí, que no se escatimen esfuerzos en confrontar el relato que Ayuso trata de colar en cada aparición pública. Así como percutir en la narrativa de un Núñez Feijóo que está atado de pies y manos ante la lideresa y su poder orgánico.

Por eso, los socialistas trasladan toda la presión a un Feijóo que debe decir “si le parece normal que se manche el nombre de una institución” del estado “por orden de Ayuso”. Máxime cuando el propio líder de la oposición, tras su salto a la política nacional, se presentó – y sigue haciéndolo pese a todo – como esperanza para la regeneración y un adalid de la “política para adultos”. No obstante, a juicio de los socialistas, el “miedo” del gallego a la baronesa madrileña atenaza sus movimientos y le arrincona en casos como este, donde su estruendoso silencio es la respuesta habitual. “No puede estar callado por mucho miedo que le tenga a la señora Ayuso después de lo que le pasó a Pablo Casado”, reflexionaba López, en alusión a la cama que la presidenta madrileña, auspiciada por los cuadros del partido – incluyendo al propio Feijóo – le hizo al anterior presidente popular.

Uso de las instituciones

La portavoz socialista cree que es “verdaderamente grave” cómo desde la Comunidad de Madrid “se salió a mentir para defender” al novio de la presidenta regional, Alberto González Amador. Además, ha defendido la postura del fiscal general, quien considera que siempre ha dicho “la verdad” sobre tal cuestión. Mientras tanto, continuaba López, desde el entorno de Ayuso “han mentido una y otra vez para intentar salvarla”, al margen de la narrativa a la que se ha aferrado la jefa del Ejecutivo regional tanto en sus actos públicos como en sus comparecencias en sede parlamentaria.

Para el PSOE, lo que se devenga de las palabras de Miguel Ángel Rodríguez que publicó este viernes El País no es sino la constatación de que el Gobierno de Ayuso ha utilizado las instituciones para proteger a su entorno. Además de confirmar que su jefe de Gabinete “confesó haber mentido exclusivamente para proteger a su jefa”, independientemente del daño que pudiera ocasionar a un organismo del Estado como es el Ministerio Público.

MAR lo reconoce                                                                                                   

El jefe de Gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, admitió ante el juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado que difundió parte de los correos electrónicos relacionados con el fraude fiscal de la pareja de la presidenta madrileña, Alberto González Amador. Rodríguez declaró como testigo en la causa que investiga al fiscal general del Estado.

Durante su declaración, cuyo vídeo ha sido difundido por El País, el también exportavoz del Gobierno de José María Aznar admitió que entregó a periodistas la “textualidad” de uno de esos correos. En concreto, explicó que lo hizo “después de que El Mundo publicara la noticia”, pese a que el propio medio había señalado que él no era la fuente original. “Yo sí doy a los periodistas después de esa publicación la textualidad del email recibido por el señor abogado Neira - letrado de González Amador - de parte del señor fiscal Salto”, reconoció Rodríguez ante el magistrado.

Ese correo es una de las piezas centrales del caso, ya que González Amador —que reconoció haber defraudado más de 350.000 euros a Hacienda— intentó alcanzar un acuerdo con la Fiscalía para evitar el juicio. Según el jefe de Gabinete de Ayuso, el Ministerio Público había recibido “órdenes de arriba” para impedir el pacto, una acusación que él mismo difundió en redes sociales.

Sin embargo, ante el juez, Rodríguez admitió que no tenía ninguna información concreta que sustentara esa afirmación. “Eso no es información”, reconoció, para luego justificarse con un argumento pintoresco: “Tengo el pelo blanco; quiero decir que llevo muchos años en este ámbito y puedo intuir, colegir, adivinar qué está pasando en el mundo político, sobre todo en un órgano tan respetable como el Ministerio Fiscal”.

La abogada del Estado que participaba en el interrogatorio le pidió entonces que confirmara si se trataba, por tanto, de una mera “suposición”. Rodríguez, tras unos segundos, respondió: “Sí”.

Su testimonio desinfla así el discurso que durante semanas mantuvo el entorno de Ayuso para tratar de desacreditar al fiscal general y a la propia institución, insinuando una operación política contra el novio de la presidenta madrileña.

La causa que instruye el juez Hurtado se centra en determinar si García Ortiz vulneró el secreto de las actuaciones al difundir parte de la información sobre el caso de González Amador, después de que este reconociera su fraude ante Hacienda. Sin embargo, la declaración de Rodríguez añade una derivada política: la implicación directa del entorno de Ayuso en la difusión de material reservado, algo que él mismo ha terminado por confirmar ante el Supremo.

En apenas unas líneas, el principal asesor de la presidenta madrileña ha pasado de acusar a la Fiscalía de maniobrar “por órdenes de arriba” a reconocer que todo se basaba en una simple intuición personal. Una confesión que pone en entredicho la estrategia comunicativa del equipo de Ayuso y que devuelve el foco sobre el uso político que su entorno hizo de un caso judicial aún bajo secreto.

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