El presidente estadounidense está empleando la amenaza arancelaria para ejercer su poder sobre la comunidad internacional. España está incluida en la lista de países que estarán sujetos a aranceles de entre el 10 y 25%, algo que dañará varios sectores de la economía. Pese a existir un acuerdo preexistente que suspenden los aranceles entre la Unión Europea y Estados Unidos, Donald Trump amenaza con deshacer alianzas a favor de empezar una guerra arancelaria con varios países del mundo.

Hace apenas una semana, Trump amenazó a España con un incremento exponencial en aranceles por acusar al país de forma parte de los BRICS -compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica-, un juicio erróneo. Trump desafió al país con unos aranceles del 100% sobre los productos españoles por formar parte del bloque, algo que la ministra de exteriores Pilar Alegría ha confirmado como un error: “No se si la afirmación hecha por el presidente Trump ha sido resultado de una confusión o no, pero puedo confirmar que España no forma parte de los BRICS”.

Pese a las amenazas, parece que se ha aclarado la equivocación y España no estará sujeta al 100% de aranceles, pero sí sufrirá con la cuota que impondrá el presidente americano para el resto de los países de la Unión Europea (UE) si no cumple con el gasto militar impuesto por Trump. Además, la volatilidad de las decisiones del presidente podría suponer que emplee los aranceles como amenaza por cuestiones que superen el sector de defensa.

Las relaciones entre Vox y Trump son contradictorias  

Los partidos nacionalistas han sido claros en su apoyo hacia Trump mientras que los partidos de izquierdas han advertido ante la amenaza arancelaria y el impacto que tendrá sobre España.

Vox es un defensor de Donald Trump y tiene relaciones estrechas con su administración. La propia estrategia mediática del partido emana del asesor de la antigua administración de Trump, Steve Bannon. Al mismo tiempo, el partido defiende la industria y los productos españoles en su programa electoral, especificando que buscan “defender activamente el producto nacional en el exterior condenando toda criminalización extranjera a nuestros productos o alimentos”. Este objetivo no está alineado con la propuesta de Trump ni con las políticas proteccionistas del presidente que buscan defender únicamente los productos americanos.

Otra contradicción que llama la atención del partido conservador es su defensa activa al sector de la población agricultora, algo que entra en claro conflicto con su apoyo al presidente americano. Su portavoz nacional, José Antonio Fúster, defendió que tratarán de “convencer” a Estados Unidos que España “es un país próspero” y que “con Vox todo irá mejor”, según Público.

El Partido Popular se encuentra ante una posición hacia el exterior menos contradictoria frente al presidente estadounidense dado que considera que Estados Unidos “es un aliado indispensable para la economía y la seguridad europea”, según recoge uno de sus comunicados. Sin embargo, el vicesecretario del partido, Esteban González Pons, hizo fuertes críticas hacia el magnate en una columna de opinión, llamándole un “macho alfa” que está rodeado por "gorilas”; el partido ha aclarado que no comparte su posición.

¿Qué efectos tendrán los aranceles de Trump?

Las principales exportaciones a Estados Unidos son los medicamentos envasados y el petróleo refinado, pero recientemente están sufriendo un descenso. Por otra parte, el mercado agroalimentario es uno de los sectores más alarmados por la política arancelaria de Trump dado que Estados Unidos es el principal mercado fuera de España. Esta preocupación es compartida por muchos de los países de la UE.

Trump ha remarcado que el bloque de la Unión Europea se comporta “muy muy mal” con el país y que los aranceles son la única manera en la que se puede conseguir “justicia”, según Efe. Sin embargo, no ha precisado lo que esto significa, pero algunos esperan que la amenaza arancelaria superará el cumplimiento de una cuota de gasto militar.

En 2021, Estados Unidos suspendió durante cinco años sus aranceles con La Unión Europea (UE) para evitar la guerra comercial entre ambos continentes provocado por la anterior política arancelaria de Trump. En 2019, la primera administración del presidente estadounidense impuso aranceles adicionales del 10% sobre los productos aeronáuticos y el 25% sobre ciertos productos agroalimentarios, algo que afectaba productos españoles como el aceite de oliva envasado, ciertos tipos de vinos, aceitunas verdes, quesos, cítricos, carne de porcino o conservas de moluscos, según La Moncloa.

En el caso de que el presidente cumpla con sus amenazas, supondría una violación del acuerdo preexistente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado que la Unión busca iniciar negociaciones con la Casa Blanca para evitar las consecuencias que podría tener una guerra arancelaría con el superpoder. “Nuestra primera prioridad será la de entablar una relación temprana, debatir los intereses comunes y estar dispuestos a negociar. Seremos pragmáticos, pero siempre defenderemos nuestros principios”, contó la política alemana, según Efe.

Un gasto militar deficiente

La táctica de intimidación de Trump se enfoca principalmente en ejercer presión sobre países de la UE para que aumenten su gato militar. ¿Por qué? Porque, como miembro de la OTAN, Estados Unidos ha sido el único país que ha llegado al gasto mínimo establecido por la organización en 2014. Supuestamente, los miembros de la organización deben tener un gasto militar que llegue, como mínimo, al 2% de su PIB nacional, algo que no se ha empezado a cumplir de forma generalizada hasta recientemente. Sin embargo, muchos países europeos han impulsado estos gastos desde el inicio de la guerra en Ucrania; En 2020, nueve países cumplían la cuota, pero este último año, esa cifra ascendió a 23 países, según datos de la OTAN. El lunes pasado, Trump propuso que ese mínimo debe elevarse al 5%, algo inalcanzable para muchos gobiernos europeos.

España, a pesar de incrementar su gasto militar gradualmente, no es uno de los países que ha llegado al 2%. Con la nueva propuesta de Trump, España está especialmente vulnerable frente a las amenazas arancelarias por no llegar ni al mínimo original. Además, a parte de la amenaza principal por parte de Trump respecto al gasto militar europeo, en diciembre del año pasado incluyó la falta de compra de combustibles fósiles de Estados Unidos a las razones por las que impondría aranceles a la Unión. En un mensaje en Truth Social, la red social del presidente estadounidense dejó claro que se comunicó con la UE para decirles que “tienen que afrontar el déficit enorme con Estados Unidos a través de la compra masiva de nuestro aceite y gas. De lo contrario, se enfrentarán con aranceles”.

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