Primero fue una licenciatura en Derecho. Luego, un doble grado en Ciencias Jurídicas. Después, Filología Inglesa. Más tarde, una universidad en Misuri. Y al final, una “equivocación”. Noelia Núñez, diputada del PP, ha dado varias versiones sobre su formación académica hasta que, ante la presión, reconoció que no tiene estudios superiores completados. El caso ha sacudido al partido y cuestiona la respuesta de sus líderes.
La historia arranca en el currículum que Núñez ha presentado en diferentes espacios institucionales y académicos en los últimos años. En el portal del Congreso, donde figura como diputada por Madrid, se indicaba que había cursado un doble grado en Derecho y Ciencias Jurídicas de la Administración Pública, aunque sin especificar la universidad. Por su parte, en la web del Ayuntamiento de Fuenlabrada, donde fue concejala antes de saltar a la Asamblea madrileña, aparecía que había comenzado Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, cambiado después al doble grado, y complementado su formación con estudios de Filología Inglesa en la UNED.
Sin embargo, la versión más sorprendente se localizó en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, que la presentaba como licenciada en Derecho por la University of Central Missouri (EE. UU.), con la carrera de Filología terminada y ejerciendo como profesora visitante de Ciencias Políticas. La propia UFM tuvo que aclarar días después que todo se trataba de un error de transcripción, que la universidad en cuestión no era la de Misuri, sino la Complutense de Madrid, y que Núñez no era profesora, sino alumna de un curso de verano.
El desconcierto fue creciendo conforme se comparaban las distintas versiones y se constataba que ninguna podía verificarse. La polémica estalló definitivamente cuando el ministro Óscar Puente publicó en redes sociales un mensaje cuestionando los estudios de la diputada y animando a contrastar su currículum. A partir de ahí, Núñez se vio obligada a dar explicaciones en X (antes Twitter), donde admitió que no había terminado ninguna carrera universitaria y que todo había sido “una equivocación” al redactar su ficha oficial. “Mi trayectoria universitaria ha sido irregular. Comencé Derecho en la Complutense, luego traté de convalidar asignaturas en la UNED y empecé también Filología Inglesa. Pero, por motivos personales, no concluí los estudios. Pido disculpas si no fui clara”, escribió.
La explicación no ha convencido a la oposición, que ha pedido su dimisión inmediata. El PSOE, Más Madrid y otros grupos en la Asamblea consideran que Núñez ha mentido de forma reiterada sobre un aspecto clave de su trayectoria y que eso debería implicar consecuencias políticas. "No se puede tolerar que una persona que ha falseado sus credenciales siga ejerciendo responsabilidades públicas como si nada", señalan fuentes socialistas.
Por ahora, la dirección del PP ha optado por el silencio o por la defensa cerrada. Ni Isabel Díaz Ayuso, que fue quien la impulsó en Fuenlabrada como símbolo del relevo generacional del partido, ni Alberto Núñez Feijóo, que la integró recientemente en la cúpula nacional, han hecho autocrítica. Muy al contrario, el entorno de ambos ha dejado entrever que no se trata de un caso grave y que todo responde a una campaña de desprestigio orquestada por el Gobierno.
La cuestión, sin embargo, va más allá de las explicaciones internas. El episodio abre un debate sobre el nivel de exigencia ética que se aplica a los cargos públicos, especialmente en un contexto en el que los partidos exigen transparencia a sus rivales pero a menudo pasan por alto los errores propios. ¿Es suficiente con reconocer el fallo y seguir como si nada? ¿Debe bastar con pedir perdón cuando lo que está en juego es la confianza ciudadana en sus representantes? ¿Deben Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo actuar con contundencia o mirar hacia otro lado? Queremos conocer tu opinión. ¿Crees que deberían cesar a Noelia Núñez por mentir en su currículum? Vota a continuación y forma parte del debate.
