No sólo Hollywood cuenta con sus cloacas, sino también la industria cinematográfica española. Tras las recientes denuncias públicas de acoso vertidas sobre Harvey Weinstein, muchas actrices han decidido abandonar la posición de mutismo y contar sus vivencias en situaciones trágicamente similares. Pero no sólo las estrellas hollywoodienses lo han hecho, también lo han hecho pesos pesados de la interpretación española como, por ejemplo, Belén Rueda.

La actriz que obtuvo el Goya a actriz revelación por su interpretación en Mar adentro, ha roto su silencio y ha sorprendido con unas declaraciones en las que desvela que sufrió acoso sexual por parte de un directivo de TeleCinco. Belén Rueda, en una entrevista con ICON, reconoce que “podría resumirlo con esta frase que me dijo un pez gordo” de la cadena: “No eres el prototipo de mujer de esta cadena porque necesitamos chicas que pongan cachondos a los camioneros”, espetó el individuo del que no ha revelado la identidad.

Otros casos

El de Belén Rueda no es el único. Y es que, en palabras de Maribel Verdú, el acoso sexual es “algo que se ha dado toda la vida, en el cine y fuera de él”. La actriz madrileña afirma que “es algo conocido en el entorno de la víctima”, aunque asegura que “te callas” por “miedo al despido” o a otro tipo de represalias.

Sin embargo, Verdú no aclaró si ella sufrió alguna clase de acoso durante dilatada y exitosa carrera. Sí le ocurrió, por ejemplo, a Leticia Dolera y hasta en dos ocasiones. A través de un artículo en eldiario.es, la actriz relató las dos experiencias vividas de este tipo. La primera de ellas corresponde a cuando ella tan sólo tenía 18 años. En ese momento, durante la fiesta de fin de rodaje de cierta película, un director le agarró un pecho sin su consentimiento. “Siento una mano en el pecho, mi pecho”, declara Dolera que describió los ojos del director como “sonrientes y libinidosos”.

La segunda tuvo lugar diez años después, durante el rodaje de una miniserie en Francia. Estaban rodando una escena en la que “entro a un salón con un actor que me agarra el brazo”. Hasta ahí todo en orden, pero luego llegó. Durante la prueba de luz, “el susodicho baja lentamente su mano por mi brazo, me acaricia la zona lumbar y… sí, me acaricia el culo”. Leticia Dolera asegura que todo ocurrió ante la atenta mirada de un técnico que “me miró con pena y fingió como si no hubiera pasado nada”.

“No volverás a trabajar nunca”

Algo parecido le ocurrió a Aitana Sánchez Gijón, aunque la actriz reconoce haber salido “indemne” de la situación. Una encerrona en una habitación con un director que quería estudiar ángulos de luz y “cada vez se acercaba más y más”, aunque afirma que supo actuar con presteza y huir del lugar.

Experiencia más cruda tuvo Carla Hidalgo. Esta vez con amenazas laborales de por medio. La actriz  relata que le ocurrió también en un hotel “durante un viaje”. Al entregarles las llaves, “la recepcionista se refirió a nosotros como ‘Señores de…’”. Hidalgo creyó que se trataba de un error, aunque el director le agarró del brazo y le espetó que no le montara el pollo. La actriz respondió: “quiero una habitación para mí”. Él insistió y, riendo, aseguró que “podemos dormir juntos y te haré de todo”. Ante esto, Hidalgo se dirigió a la puerta, aunque el individuo la amenazó con un rotundo “me voy a encargar de que no trabajes nunca más” si no se acostaba con él.