El ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, durante su intervención en la sesión de control al Ejecutivo que hoy celebra el Congreso de los Diputados. EFE



Alberto Ruiz-Gallardón habrá querido que la tierra le ‘tragara’, este miércoles, en el Congreso, durante la Sesión de Control al Gobierno, cuando la socialista Isabel Rodríguez le recordó que “este país no todo el mundo tiene la suerte de ser hijo de un ministro o amigo de un ministro del Partido Popular, y hay que garantizar una justicia igual para todos los ciudadanos”. La diputada del PSOE le pedía que escuchara a abogados, procuradores y colectivos de personas que están viendo vulnerados sus derechos con el tasazo de su reforma judicial. El titular de Justicia ha tenido que escuchar también fuertes críticas desde la bancada socialista a causa de su reforma del aborto.

El ala más extrema del PP
"Hace tiempo que usted se desenmascaró y mostró que lidera el ala más conservadora y extrema de la derecha de su partido después de tantos esfuerzos por parecer un moderado", le ha dicho la diputada Isabel Rodríguez a Gallardón.

"No todo el mundo tiene la suerte de ser hijo de un ministro..."
La parlamentaria socialista le ha pedido al ministro que no tenga miedo a que la gente se exprese, a que se opine sobre este proyecto de ley o sobre cualquier otro, y ha recordado que esta iniciativa recibió el rechazo de todos los grupos de la oposición, que Gallardón aseguró que recibía como “elogios”.



"Haga que vengan aquí a comparecer los abogados, los procuradores y los colectivos de personas que ven vulnerados sus derechos con este proyecto de ley y se va a llevar un baño de realidad", además de recibir más “elogios”, ha ironizado la representante socialista.

Rodríguez ha exigido al ministro que “deje expresarse a los ciudadanos porque en este país no todo el mundo tiene la suerte de ser hijo de un ministro o amigo de un ministro del Gobierno del PP y hay que garantizar una justicia igual para todos los ciudadanos".

Gallardón defiende su reforma judicial
Gallardón ha defendido que el proyecto de ley amplía por primera vez en España el derecho a la justicia gratuita a las mujeres maltratadas, a las víctimas de violencia de género y a los menores víctimas de maltratos, y ha añadido que le sorprende que al PSOE le parezca una norma injusta.

Sobre la petición del PSOE de que comparezcan en el Congreso representantes de colectivos afectados por esta ley como los presidentes de los Consejos Generales de la Abogacía y de Procuradores, el ministro ha explicado que el Gobierno no se pronuncia sobre las decisiones que toma la Cámara sobre quiénes deben acudir a la misma.

La ley del odio a las mujeres
Minutos antes, Gallardón tuvo que escuchar críticas a otro de sus polémicas reformas, la del aborto. La diputada socialista Carmen Montón le ha dicho que sus "creencias misóginas" le han llevado a "plantear una ley de odio hacia de las mujeres y de falta de respeto hacia la ciudadanía".

Sí habrá castigo para las que decidan abortar
La diputada socialista ha afirmado que hay muchas formas de infringir “castigo” sin aparecer en el Código Penal como "sentirse fuera de la ley, tener que ir al extranjero o simplemente poner en riesgo tu salud, llevar a tus padres a los tribunales si no coinciden con tu opinión, declararte loca ante un mal pronóstico o diagnóstico prenatal o no poder decidir sobre tu propia maternidad y tu vida".



"Eso también son formas de castigo y, quizá, mas hipócrita y perverso que el que se puede reflejar en ningún Código Penal", ha dicho Carmen Montón, que ha acusado al ministro de “epujar a cien mil mujeres al año al aborto clandestino”.

Gallardón prefiere una ley de hace 30 años
En su respuesta Gallardón le ha dicho que no iba "contestar a sus insultos con insultos", ha reiterado que con la reforma de la ley del aborto, por primera vez en la historia, las mujeres que interrumpan su embarazo no tendrán consecuencias penales y ha pedido al PSOE que reflexione sobre el discurso "absolutamente" falso que está haciendo. El titular de Justicia ha asegurado que prefiere la ley del aborto aprobada por Felipe González, hace tres décadas, a la que "impuso" José Luis Rodríguez Zapatero con la legislación de la interrupción voluntaria del embarazo.