Mariano Rajoy y Francisco Camps en el mitin celebrado en Valencia durante la campaña del 22-M (Foto: PPCV)



Génova propuso celebrar el acto central de la campaña electoral para las europeas en Valencia, en la plaza de toros donde ha celebrado muchos de sus mítines, pero las cosas ya no son lo que eran para los populares en la Comunidad Valenciana, como reflejan algunos sondeos, y el propio PP valenciano ha trasmitido a la dirección nacional sus reticencias. La cosa es simple: temen un apoteósico pinchazo.

Aquellos mítines...
Génova no ha desechado su idea, pero el PP valenciano lo tiene más claro que el agua. La realidad está muy lejos de los baños de multitudes en tiempos de Zaplana y Camps. En la memoria aún están frescos aquellos mítines del expresidente valenciano, incluso cuando ya estaba acosado por la Gürtel, en las que Rajoy le gritaba: “Paco, siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado', y también la imagen del ahora presidente del Gobierno botando –en un éxtasis de júbilo- en 2011, antes unos 20.000 simpatizantes, según los datos que dio entonces el PP.

La reunión con Floriano
Fuentes del PP valenciano consultadas por el diario Levante han admitido que la formación trasmitió sus temores al vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, en una reunión con responsables de la dirección regional y de las provinciales de Valencia, Alicante y Castelló, hace una semana.

La reunión fue convocada por la dirección nacional y allí se habló sobre los puntos favorables y negativos de organizar un mitin en Valencia como los que se acostumbraban en otros tiempos. Según las fuentes citadas, los dirigentes valencianos desaconsejaron la propuesta. La principal razón es el temor a un pinchazo que deje la imagen del partido por los suelos. No son tiempos para movilizar con éxito a alrededor de 15.000 personas.

Los excesos no cazan con la austeridad
Por otra parte, los dirigentes valencianos defendieron que la imagen de decenas de autobuses en el centro de Valencia y el ambiente que genera tal movilización no caza con el discurso de austeridad que vende el PP.

En otra época, el PP gastaba sin miramientos fletando autobuses y llevando gente a la plaza. No hay otra manera, recordaron quienes en el partido tienen experiencia en la organización de este tipo de actos multitudinarios. En último mitin en la plaza de toros de cara a las pasadas generales se contó con cerca de doscientos autocares.

En la encrucijada
Pero tampoco resulta sencillo renunciar a la propuesta de Génova, porque podría ser visto como una muestra de debilidad del partido, a pesar de que la debilidad es más que evidente –ahí están los sondeos. La dirección nacional está en una encrucijada: “si llenamos nos preguntarán de donde hemos sacado el dinero y si no lo hacemos, se subrayará que pinchamos”, se lamentaba un cargo popular.

Es probable que Génova también sopese el antecedente, nada conveniente, de que aquellos baños de masa organizados por la Gürtel y, presumiblemente, con fondos salidos de la caja B. Según un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), en poder del juez Pablo Ruz, el 80% del dinero que pagaba el PP valenciano a la trama por aquellos actos electorales era ocultado a Hacienda.