El ministro del Interior Jorge Fernández Díaz (i), y la ministra de Fomento, Ana Pastor (c), acompañados de personal de Renfe, durante la visita que realizaron hoy al lugar donde el pasado miércoles descarriló el tren Alvia Madrid-Ferrol. EFE

 

 


El conductor del tren que descarriló el pasado miércoles en Santiago de Compostela, Francisco José Garzón, ha sido ya dado de alta y trasladado a Comisaría, donde nuevamente se ha negado a declarar.  Se le ha ofrecido ayuda psicológica, que también ha rechazado. La Policía le acusa de un presunto delito de "homicidio por imprudencia". El Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago de Compostela le llamará a declarar antes de mañana, domingo, a las 19.40 horas, cuando se cumple el límite legal de 72 horas para hacerlo.

Los 78 fallecidos, identificados
La Policía científica ha concluido las identificaciones de los 78 cadáveres. Quedan por identificar  37 restos humanos que se tienen que cotejar con las muestras de ADN que ya se han tomado a los familiares para comprobar si estos restos pertenecen a las  víctimas ya identificadas o si por el contrario aumenta la cifra de fallecidos, informa la SER.

Gobierno, Adif y Renfe apuntan a la imprudencia del maquinista
El Gobierno, Adif y Renfe apuntan a una imprudencia del maquinista como causa del accidente en Santiago. El Mundo recoge este sábado que los investigadores barajan la posibilidad de que Francisco José Garzón hablaba por el móvil. Mientras, desde el entorno de los compañeros del conductor consideran que no solo pudo deberse a un factor humano y que los sistemas de seguridad en el tramo de la tragedia no son suficientes.

Interior dice que "hay indicios" contra el conductor
El titular del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha manifestado este sábado que la Policía detuvo al maquinista que conducía el Alvia accidentado en Santiago porque "hay indicios racionales como para pensar que pueda tener una eventual responsabilidad", aunque es el juez quien debe "determinarla".

En declaraciones a los medios a su llegada al lugar del accidente, acompañado por la titular de Fomento, Ana Pastor, el ministro ha rechazado ofrecer más datos sobre los “indicios” a los que se ha referido y se ha limitado a explicar que las investigaciones, tanto la judicial como la técnica que desarrolla la comisión de accidentes dependiente de Fomento, permanecen abiertas. Posteriormente, en una rueda de prensa  en la comisaría de Santiago, Fernández Díaz ha precisado que el maquinista "está en situación jurídica de detenido por la Policía por la imputación del presunto delito de homicidio por imprudencia".

Renfe y Adif también apuntan al maquinista
Desde Renfe y la Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se ha apuntado a la responsabilidad del conductor. El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, dijo ayer a Antena 3 que Garzón había circulado en unas 60 ocasiones por el punto donde se produjo el descarrilamiento y que debía tener un conocimiento “exhaustivo” de la zona.

El presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Gonzalo Ferre, ha asegurado en una entrevista con EFE, que "cuatro kilómetros antes del lugar donde se produce el accidente (el maquinista) ya tiene la notificación de que tiene que empezar a reducir la velocidad, porque a la salida del túnel tiene que ir a 80 (kilómetros) por hora".

El conductor declarará mañana ante el juez
El maquinista no prestará declaración a lo largo del día hoy como habían anunciado fuentes de la investigación en las últimas horas y, lo previsto ahora es que lo haga mañana y en el Juzgado. Francisco José Garzón ha sido dado de alta este sábado en el Hospital de Santiago, donde se encontraba hospitalizado y ha sido trasladado a la comisaría de la Policía.

UGT dice que es un conductor "muy sensato"
El secretario de organización del sector ferroviario de UGT en Galicia, Ángel Rodríguez, ha dicho, en declaraciones a El Mundo, que el conductor está sedado y que sufrió golpes en la cabeza, se rompió varias costillas y tiene una fisura que le afecta el pulmón.

A favor del maquinista, Rodríguez afirmó que no era de los que corría, que es "muy sensato", por lo que le "cuesta creer que cometiera una imprudencia" por su carácter y porque "tiene experiencia como el que más", pues trabajaba en la línea donde se produjo el accidente desde que comenzó a operar hace año y medio. Rodríguez cree que el accidente "no es sólo un fallo humano, tuvo que haber algo más".

Los compañeros del conductor creen que la seguridad no es suficiente
Otros conductores, compañeros de Francisco José Garzón han asegurado que el tramo en el que se produjo el accidente requiere un cambio "brusco" de velocidad, de 200 a 80 kilómetros por hora, y que no hay ningún sistema que obligue ni alerte del mismo.

Manuel Mata, un conductor que realiza la misma ruta que la seguida por el tren de la tragedia y que es miembro del sindicaro de maquinistas Semaf, ha dicho que “de 200 a 80 son 120 kilómetros de diferencia, creo que es un descenso muy brusco para que no esté señalizado de alguna forma que te obligue a bajar la velocidad". Y que el tramo del accidente no cuenta con el “moderno” sistema ERTMS, que controla la circulación, las condiciones de la vía, del tren, circulación y velocidad y es capaz de conducir y frenar automáticamente. Sin embargo, los altos cargos ferroviarios han destacado que todos los trenes cuentan con "un cuadro de velocidades máximas" que alertan a los conductores.

"Varias circunstancias"
Mata ha reconocido que no existe ningún mecanismo que obligue al maquinista a frenar. Luis A. García Sixto, miembro del comité ejecutivo de Semaf, ha considerado que el accidente se tuvo que deber a una suma de "varias circunstancias".

Los maquinistas han señalado que sería conveniente contar con otra "serie de medidas" de seguridad complementarias, como nuevas señalizaciones, que el tren no sea recibido en vía verde, que obligaría a reducir la velocidad, o el sistema ERTMS.