Tras la condena a cuatro años de prisión que ha recaído sobre el popular Ángel Carromero, el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, ha insistido en que una vez que la sentencia sea firme se realizará la labor diplomática con Cuba con toda discreción para que regrese cuanto antes a España. El ministro ha subrayado que la "labor de la diplomacia española" no es comentar sentencias, ni españolas, ni extranjeras ya que es algo que corresponde a los jueces. Ha explicado asimismo que se buscará el indulto, la expulsión o el cumplimiento de la pena en España.

Prudencia ahora frente a vehemencia en la oposición
La prudencia de García Margallo durante todo el proceso contra Carromero se suma a otros gestos recientes hacia el régimen cubano, como el hecho de no invitar a disidentes políticos de la isla durante la Fiesta Nacional -la primera desde que Rajoy accediera a La Moncloa- cuando era una cortesía que exigían al Gobierno de Zapatero. El radical giro popular respecto a la disidencia cubana se produjo en cualquier caso desde el mismo momento en que accedieron al poder. Tras años de instumentalización política por parte del PP, decenas de expresos políticos de la isla llegados a España en el marco de los acuerdos de la Iglesia con Moratinos denunciaron haber sido abandonados por Rajoy, como informó ELPLURAL.COM.

"Ahora no quieren que les relacionen con nosotros"
Un grupo compuesto por parte de esos expresos y sus familiares ha cumplido ya 190 días acampados frente al Ministerio de Exteriores como medida de protesta por su situación, ya que consideran que el Gobierno de Zapatero no facilitó su integración y el de Rajoy tampoco y además les retiró las ayudas económicas "sin aviso previo". Lamentan que no homologan sus títulos y desde el Gobierno solo se comprometen a agilizar los trámites de los visados para que se vayan a EEUU. ELPLURAL.COM ha hablado con dos de ellos, José Miguel Fernández Torné y Miguel Ángel Valle Hernández, quienes no se muestran ya sorprendidos por la nueva actitud del PP respecto a Cuba.

Ausencia en el 12-O
Valle Hernández cree que tanto el gesto de no invitar a los disidentes el 12-O como la situación Carromero o la del propio grupo de expresos en España está en la misma línea, y es que tras la nacionalización de Repsol el Gobierno teme nuevas expropiaciones de empresas españolas y en Cuba están implantados fuertes grupos hoteleros, por lo que "han priorizado esos intereses frente a la política" e incluso "a la vida de uno de sus militantes". De hecho piensa que si se ha reducido la pena a Carromero desde los siete años que pedía el fiscal hasta los cuatro no ha sido fruto de la presión del Gobierno del PP sino de la de la oposición cubana. Fernández en cambio si cree que el Ejecutivo de Rajoy se ha movido con discreción con el régimen y apunta a un dato importante: la condena a cuatro años abre la posibilidad de cumplir el deseo de Margallo de que Carromero volviera a España, cuando si hubiera sido superior a cinco la legislación cubana no lo habría permitido. En cualquier caso, ambos coinciden en que si ahora los de Rajoy no quieren dejarse ver junto a los disidentes cubanos como el 12-O es "para no molestar a los Castro, ahora no quieren que les relacionen con nosotros".

Cuando el PP acusaba al anterior Gobierno de "humillar" a los disidentes
Ya sea con los silencios o con las gestiones discretas a las que ha apuntado el propio Margallo, lo que está claro es el radical giro del PP también en este terreno. Los ejemplos son numerosos, ya que el PP criticaba sistemáticamente los contactos de Moratinos con Cuba. Con motivo de uno de los viajes del exministro a la isla, el entonces portavoz popular en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, Gustavo de Arístegui, le exigió que tomara "contacto con la oposición cubana" para "empezar a dar una imagen" de que está "comprometido con la democracia en Cuba y no con la dictadura". Jorge Moragas incluso acusaba al Gobierno socialista de "orillar y humillar en nombre de España" a los disidentes. Ahora Rajoy ni los recibe en Madrid y apenas se ha dignado a dirigirse a ellos por carta una vez para justificar su inacción.