Siete meses después del estallido del caso Gürtel, José Luis Peñas, el exconcejal del PP en la localidad madrileña de Majadahonda que entregó a la Policía las grabaciones con cámara oculta que realizó durante meses a Francisco Correa, rompió su silencio y concedió su primera entrevista a ELPLURAL.COM. Peñas aseguró entonces que los grandes responsables de la trama corrupta no eran otros que Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre y así lo ha sostenido desde entonces.

Aguirre y Rajoy miraron a otro lado
“Les rogué que me escucharan, tanto a Rajoy como a Aguirre y lo que me encontré fue el silencio, el desprecio e intentar señalarme como lo que no soy”, afirmó a este periódico el 8 de octubre de 2009. En opinión de Peñas, el PP “en vez de reconocer que había manzanas podridas y retirarlas”,  prefería dedicarse “a decir que lo podrido está fuera”.

Aguirre ante la opinión pública
Sin duda, desde que estalló el que constituye el mayor escándalo de financiación ilegal de un partido político en democracia, Esperanza Aguirre ha intentado por todos los medios situarse ante la opinión pública como una dirigente inflexible con la corrupción. Incluso, la expresidenta regional llegó a sostener en la Asamblea de Madrid que había sido ella misma quién había “destapado” la trama de corrupción.

Presumiendo de limpieza
Paralelamente, Aguirre siempre ha presumido públicamente de haber forzado la dimisión de tres diputados autonómicos, cuatro alcaldes y numerosos cargos del PP en varios municipios imputados en el caso Gürtel, así como de limpiar de imputados las listas del Partido Popular a la Comunidad de Madrid.

El olvido de la líderesa
De este modo, la líderesa ha sabido colocarse a la cabeza de los que piden una regeneración de su partido frente a la corrupción. Pero lo ha hecho olvidando los donativos de 246.000 euros que entre los años 2003 y 2004 hizo el entonces presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferran -hoy en la cárcel-,  a la fundación del PP madrileño Fundescam -a cuyo frente estuvieron en diferentes periodos la propia Aguirre o el actual presidente del Senado, Pío García Escudero-.

Donativos a su fundación
Cabe recordar que dicha fundación financió actos electorales, organizados por Francisco Correa y su trama, en las campañas municipales y autonómicas de 2003 -que auparían a Aguirre a la Presidencia de la Comunidad tras el tamayazo-, y en las generales de 2004. Está probado que los motivos del generoso desembolso de Díaz Ferran se consignaban por escrito: “En concepto de colaboración y ayuda para el cumplimiento de sus fines fundacionales encaminados al estudio y actuación sobre el desarrollo económico y social, así como el progreso de todo el territorio comprendido en la Comunidad de Madrid”.

Nuevo varapalo a Aguirre
Este miércoles, el discurso de integridad de Esperanza Aguirre frente a la corrupción ha vuelto a sufrir un varapalo a raíz de la publicación del informe de la Unidad de Auxilio Judicial remitido a la Audiencia Nacional en el que se prueba que su Gobierno realizó 686 operaciones -que se concretan en 6 expedientes de contratación y 657 expedientes tramitados con contratos menores- con las empresas que formaban parte de la trama liderada por Francisco Correa por un importe de 6.484.080,07 euros.

11 de sus consejerías implicadas
Según el informe judicial, hasta 11 consejerías del Gobierno que presidía realizaron operaciones con empresas de la trama, sirviéndose incluso de las víctimas del terrorismo para desviar dinero a las empresas de la trama que lideraba Francisco Correa. Hasta el homenaje que realizaron a Miguel Ángel Blanco, el concejal del PP de Ermua que fue vilmente asesinado por ETA, está bajo sospecha.

Las palabras de Peñas
De este modo, y a medida que avanza la investigación judicial, aparecen más evidencias que prueban lo imbricada que estaba la corrupción en el Partido Popular madrileño, existiendo constancia de múltiples escándalos de corrupción tanto a nivel local como a regional. Cobran así fuerza las declaraciones efectuadas en su día por José Luis Peñas, quien ya en 2009 no dudó en afirmar a ELPLURAL.COM que Aguirre “sabía perfectamente quién era Paco Correa, sus empresas, para quién trabajaba Isabel Jordán [una de las imputadas], a la que llamaba a diario… Siempre decía que no quería a otra persona para sus actos que no fuera Isabel Jordán y decir eso era decir Correa”.