Los giros de guion inesperados en la vida política de Pedro Sánchez han sido un habitual. Estos, y los hitos al frente del Gobierno de coalición. Todo ello le ha convertido en uno de los líderes más sorpresivos, pero también carismáticos de la esfera pública, desde aquellas elecciones primarias que ya pocos recuerdan hasta su anuncio de este lunes.

Dimisión como secretario general

En 2016, Sánchez dejó el liderazgo del partido después de protagonizar la primera investidura fallida de la democracia al no facilitar una gobernanza de Mariano Rajoy. Dimitió como secretario general y comenzó a recorrer todos y cada uno de los rincones de España para recuperar la confianza de los simpatizantes socialistas.

Recupera la confianza

Tan solo siete meses después, uno de los rostros más importante de la historia del partido volvió a arrasar en unas elecciones primarias y recuperó la secretaría general. Aglutinó nada menos que la mitad de los votos, desbancando con ello a la que fuera presidenta andaluza, Susana Díaz, y al ahora portavoz del Congreso, Patxi López.

La 'gira del Peugeot

Los pasos que dio para llegar de nuevo hasta la secretaría general tampoco pasaron desapercibidos. Uno de los más destacados es el que le situó a bordo de un Peugeot 407, un coche humilde con el que condujo hasta todos los puntos del país. Era el 29 de octubre de 2016 cuando anunciaba el viaje que le llevaría en última instancia a entrar de nuevo a Ferraz con todos los barones en contra, pero ya no solo no salió de allí, sino que acabó siendo escogido presidente de España. Fue una aventura con solo unos pocos apoyos, pero que el líder del Ejecutivo supo canalizar y fue capaz de extender a una amplia mayoría del partido.

Única moción de censura que ha triunfado

La primera moción de censura que triunfó en nuestro país fue la de Pedro Sánchez como candidato. El secretario general de los socialistas se resarció del trago amargo de hacía un par de años y en 2018 sí consiguió tumbar al Ejecutivo popular de Rajoy. Durante un año, el líder socialista gobernó en solitario.

Ciclo electoral: Iglesias, sí; “Con Rivera, no”

Después de ganar los comicios de 2019, Sánchez escuchó la voz de los socialistas y aquel “Con Rivera, no” a las puertas de Ferraz que ya forma parte de la historia. Después de ganar los comicios, el entendimiento con Ciudadanos deja de ser una opción para el presidente del Gobierno, que hace así caso al clamor socialista. Por el contrario, fraguó el pacto con Podemos, lo que derivaría en el primer gobierno de coalición de la historia.

Cambios de Gobierno

En julio de 2021 Sánchez llevó a cabo una gran remodelación de su Gobierno, del que salieron entre otros nombres propios el de José Luis Ábalos y Carmen Calvo, que dejarían de ser ministros, así como el de Adriana Lastra e Iván Redondo, que se fueron de la dirección socialista y de su gabinete, respectivamente.

Crisis sin precedentes: de la pandemia a los desastres naturales

El escenario no ha sido precisamente buen aliado de Sánchez, a pesar de lo cual el socialista ha sido capaz de capear el temporal y lograr que el país saliera airoso dentro de lo que cabe, aun teniendo una oposición cuyo objetivo siempre ha pasado por enfangar incisivamente el discurso. El ejemplo más palpable es el Covid -donde el gobierno de coalición pactó con empresarios y sindicatos el impulso de unos ERTE que por primera vez salvaron empleos-, pero también el volcán de La Palma, Filomena o la guerra de Ucrania.

Fondos Europeos

En cuanto a hitos, una de las grandes hazañas del Ejecutivo fueron los fondos europeos, que el Gobierno y la Comisión Europea (CE) ratificaron en diciembre de 2022 -aunque se cerraron un año antes- y que abarca un volumen de ayudas de 36.682 millones de euros entre 2021 y 2027.

Escudo social más allá de los ERTES

Si por algo se ha caracterizado el gobierno de coalición es por las medidas sociales. Así, más allá de los ERTES que durante la pandemia del Covid permitieron rescatar millones de trabajos, el Ejecutivo ha sido capaz de sacar adelante otras medidas de gran calado como la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta los 15.876 euros anuales, la reforma laboral o la excepción ibérica, que permitió topar el precio del gas en un momento de máxima necesidad.

En clave catalana

Si hay un territorio que ha marcado la agenda de Pedro Sánchez, esa ha sido Cataluña. Con el Ejecutivo de coalición se han puesto sobre la mesa conceptos como indultos o amnistía, términos que han costado críticas hacia la Moncloa pero que, desde esta, aseguran, obedecen a medidas en favor de le negociación que van categóricamente en contra de la crispación que atravesaba el territorio con el anterior gobierno popular.

Adelanto electoral

Uno de los giros de guion que más se recordarán por parte de Sánchez es la convocatoria electoral que el político anunció el pasado 28 de mayo tras la debacle en los comicios autonómicos y municipales del día anterior.

La llamada a las urnas el consiguiente 23 de julio por parte del secretario general de los socialistas fue una apuesta arriesgada, pero también inteligente. El tiempo dio la razón a Sánchez a quien, en contra de las quinielas, los ciudadanos alzaron nuevamente hasta la Moncloa, dejando en la estacada al PP de Alberto Núñez Feijóo y a Vox.

Acoso ultra

El acoso de la derecha y la extrema derecha hacia el presidente del Gobierno no es nuevo, solo cabe recordar el Que te vote Txapote o los constantes insultos que desde la parte conservadora del tablero -tanto política como mediática- han vertido sobre el líder del Ejecutivo.

La imagen de la legislatura que seguramente mejor refleja esto son las manifestaciones en Ferraz que desde Vox apoyaron y desde el PP tardaron demasiado en condenar -y no terminaron de hacerlo-. Es una de las fotos más tristes de los últimos meses que, sin embargo, choca frontalmente con la de la esperanza que ha llenado las calles del país desde que Sánchez anunciara su reflexión.