Albert Rivera es el centro de las críticas después del lunes negro que vivió Ciudadanos. Toni Roldán primero y Javier Nart y Juan Vázquez después, presentaron sus dimisiones, aunque el segundo sólo dejó la Ejecutiva naranja. Una crisis interna que está desembocando en una fuente de reproches hacia el presidente del partido por parte de los fundadores. Uno de ellos se ha despachado a gusto en el diario El Mundo, el columnista Arcadi Espada.

El periodista fue uno de los padres de Ciudadanos allá por 2006, momento en el que Rivera se hizo con el control del partido gracias al “orden alfabético”, como recuerda Arcadi Espada. El ideólogo del partido naranja no podía guardar silencio ante la lluvia de dimisiones y la tormenta orgánica que atraviesa la fuerza liberal.

Es difícil saber en qué momento exacto un hombre o una organización pierden el contacto con la realidad”, señala Arcadi Espada antes de lamentarse de que Rivera “no sea presidente del Gobierno” ni lidere, tampoco, la oposición. Considera oportuno que alguien traslade esta “doble noticia” a la cúpula liberal.

Achaca una “enfermedad de la visión” a la cúpula de Ciudadanos y califica a Rivera como “un príncipe ensimismado y solitario” con “cuatro personas que comparten sus decisiones antes de ser anunciadas”. Este reducto oficialista vigila “cualquier manifestación de intelectualismo, la mayor amenaza de la política contemporánea”.

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Espada enumera una lista de las personas ‘disidentes’ ideológicamente con Albert Rivera y destaca que ellos “llevan años pensando en términos políticos”. Acto seguido, tras criticar la moción de censura que elevó a Pedro Sánchez – al que denomina el Incrupuloso – a La Moncloa, el columnista lamenta la falta de visión para controlar al presidente en funciones desde el Gobierno.

Desea que la formación naranja entable conversaciones con Pedro Sánchez y se crea “su potencia”. “No hay mejor lugar para encadenar al Inescrupuloso que el Gobierno”, añade. “Llegó al poder a hombros de una mentira y la mentira es una metástasis, por lo que urge controlarla”, apunta.

Sin embargo, “ese trabajo no está hoy al alcance de los dirigentes de Ciudadanos”, aunque recuerda que no es la primera vez. “Ya se impidió que Arrimadas se presentara a la investidura en Cataluña”, relata, aunque esto no se debió a una “decisión estratégica”, sino a la “pura impotencia intelectual y política”.

Por último, Arcadi Espada llama a los discrepantes a luchar, pero desde dentro, para “no dejar a Rivera a sus anchas”. “Deben permanecer a pie firme en sus responsabilidades y propiciar un debate que permita la regeneración de un proyecto político imprescindible”, finaliza el columnista de El Mundo.