A las 9:00 horas de la mañana, el expresidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, aparecía públicamente en el paseo Lluís Companys ante una multitud de personas que se concentraban para recibirlo, siete años después de su huída a Bélgica. Próximo al Parlament, donde se está celebrando en la mañana de este jueves 8 de agosto el debate de investidura de Salvador Illa, Puigdemont aparecía acompañado de representantes de Junts, ERC, CUP, ANC, Òmnium Cultural, CDR y Associació de Municipis per la Independència (AMI), así como de centenares de personas que ondeaban esteladas, máscaras con la cara del expresidente y mensajes de apoyo hacia él.
Sin embargo, tras pronunciar un breve discurso saltaba la sorpresa. Con los primeros diputados de los diferentes grupos ya entrando al Parlament, nada se sabía del ex presidente. Minutos antes de dar inicio el Pleno, los Mossos d’Esquadra activaban la Operación Jaula, para buscar a Puigdemont, que sigue sin dar señales de cuál es su paradero ahora mismo.
Al margen de ello, y ya pasadas las 10.00 horas de la mañana, el candidato a ser investido como presidente de la Generalitat, Salvador Illa, subía al atril para iniciar así el pleno que pretende investirlo como presidente. Ofrecía una propuesta “de consensos”. “La hoja de ruta tiene que ser diferente. Prometo una Cataluña que ofrece el derecho a la vivienda, a la educación, la mejor salud para todo fletando las infraestructuras con especial atención a la primaria, y con oportunidades de trabajo”.
Acto seguido, y tras una hora de pleno suspendido como indicaba Josep Rull, llegaba el turno para las intervenciones y réplicas de los partidos de la oposición. Los primeros en hacerlo han sido Junts, quien han empezado denunciando las cargas policiales y la operación que ahora mismo pretende la captura de Puigdemont: “No tendría que haber operación jaula, sino facilitar que los diputados pudieran acceder a la Cámara”.
En ElPlural.com hemos realizado esta encuesta para conocer la opinión de los lectores sobre si la actitud de Puigdemont perjudica o beneficia al independentismo.