Lucio Vallejo, que combinaba su labor como sacerdote con la de administrador de la Diócesis de Astorga (León), si no fuera por la sotana sería considerado un clásico hombre de negocios.

Y Dios dijo, la Sicav que presidió Vallejo
Según desvela Interviú en su último número, en 2007 Vallejo fue nombrado presidente de la sociedad Vayomer (en hebreo, Y Dios dijo), una de las dos Sicav que posee la Iglesia católica española, que cuenta con un capital de 7 millones de euros. Este tipo de sociedades cuentan con la ventaja fiscal de tributar al 1% por el Impuesto de Sociedades en vez del 30% que les correspondería por tratarse de sociedades anónimas. Además, fue administrador de la Mutualidad de Previsión Social de la Iglesia española que dirigía el arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela.

Su aventura en Gescartera
De su etapa como responsable de las cuentas de la Diócesis de Astorga, Lucio Vallejo solo tuvo que lamentar su aventura en la agencia de valores Gescartera en 2001, en la que confió casi 340.000 euros del Arzobispado, que estuvo a punto de perder, pero que siete años después consiguió recuperar.

Llevó las cuentas de la Jornada Mundial de la Juventud
Sus buenas artes para las finanzas le permitieron formar parte del equipo que se encargó de llevar las cuentas de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en agosto pasado en Madrid. Su gestión fue al parecer todo un éxito, pues el Vaticano cuenta ahora con él para afianzar la administración económica de su patrimonio.

El sacerdote no ha registrado su vivienda y elude pagar el IBI
Aunque de una cabeza tan bien amueblada no podría esperarse ningún despiste significativo, lo cierto es que el nuevo secretario de la Prefectura para Asuntos Económicos del Vaticano se ha saltado ciertas normas respecto a una vivienda de su propiedad ubicada en el pequeño pueblo leonés Celada de la Vega. Una edificación vanguardista, que recibió el Premio de Arquitectura en Castilla y León en 2009. ¿Quién ha dicho que la fe está reñida con el buen gusto?

Pues el sacerdote Luis Vallejo está eludiendo el pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), al no haber registrado su propiedad ni en el Registro ni en el Catastro, en el que solo aparece que en ese terreno existen dos solares sin edificar.