Las peleas de la derecha han alarmado a todo su nicho. Las diferencias entre Pablo Casado y Albert Rivera evidencian una característica que siempre se ha considerado más propia de la izquierda. Sin embargo, mientras en el espectro zurdo del abanico político han sabido aparcar las desavenencias para formar un frente común, los supuestos férreos cimientos de la derecha se están viniendo abajo a marchas forzadas.

Y es que Rivera y Casado han entrado en un bucle del que siguen sin salir. Entre tanto, Pedro Sánchez le pide al líder de la formación naranja que no se deje contagiar por la “deriva radical” del Partido Popular y que recupere “el centro” que le era tan caro a Ciudadanos según sus estatutos.

Reagrupación

Esta fragmentación también ha disparado las alarmas en la derecha mediática, que ya acusaba a Rivera el martes de “dejar tirado a Casado”. El gran pope de este selecto grupo periodístico, Federico Jiménez Losantos, ha sido de los primeros en alertar a sus compañeros a sus preferiti del mundo de la política y les insta a que abandonen “el peor de los escenarios” y vuelvan a unir fuerzas para luchar contra el “Frente Popular de Falconetti, Pablenin y el preso Jonqueras”.

Losantos considera a este trío como enemigos del Estado que lo que buscan es “liquidar el régimen de Monarquía Parlamentaria” que derivaría en una “República Ibérica”, no sin desembocar en una “balcánica”. Los temores de Federico parecen hacerse realidad y el “frente común” de centro derecha se encuentra inmerso en una guerra civil para dirimir cuál de los tres defiende más a los españoles.

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El periodista, en su artículo del diario El Mundo, les insta a reunificarse porque considera que “no han entendido nada”. Losantos acusa a Rivera de facilitar al PSOE la negociación de los Presupuesto Generales del Estado, que los entiende como el “nuevo régimen que intentan imponernos”.

'Civil War'

Reprocha a Casado, también, que acudiera a “telecheca Ferreras-Pastor” a sabiendas de que lo único que encontraría allí eran “coces”. Ha comparado su aparición en El Objetivo con las intervenciones de Arrimadas en TV3. A raíz de esto, también le reprocha que no acuda a Alsasua a hacerse la foto con Rivera y Abascal, “no sea que los confundan”.

La derecha está a la gresca, y Losantos lo ha relatado con pelos y señales. Aprovechando la mención a Santiago Abascal, le echa en cara que critique las palabras de Manuel Valls como lo hizo, cuando “sólo bastaba con recordarle que siempre ha vivido ese cordón sanitario con pistolas nacionalistas”.

Por último, Losantos expresa que “lo único que les pedimos los españoles a Rivera, Abascal y Casado” es que se reagrupen y aparquen diferencias, como lo ha hecho la izquierda, aunque su fin sea “respaldar al Rey y a la Justicia”.