Desde que la moción de censura de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy prosperó la derecha mediática ha destacado que el dique que contiene el frente PSOE-Unidos Podemos-independentistas es Ciudadanos y PP. Hay columnistas como Federico Jiménez Losantos que piden si paliativos a Albert Rivera y Pablo Casado que hagan causa común. Pero esta alianza empieza a mostrar fracturas. Los naranjas desbloquearon este lunes la ley de reforma de Estabilidad Presupuestaria propuesta por el Gobierno para eliminar la capacidad de veto del Senado a los Presupuestos. ¿El resultado? La derecha acusa a Rivera de dejar solo a Casado.

Alocuciones como “rompe la entente con el PP” o “Rivera deja tirado al PP” se pueden ojear este martes en los periódicos. El más duro con los naranjas es ABC, propietario del segundo titular mencionado. La Razón insiste en que el Grupo Parlamentario Popular “se quedó solo” y El Mundo titula con “Ciudadanos da la vida a las cuentas de Sánchez”.

En anteriores ocasiones, estas mismas páginas albergaban todo tipo de soflamas naranjas, alabanzas al hombre de Estado y vaticinios de éxito traducidos en encuestas. Pero como diría Aragorn en El Señor de los Anillos. El Retorno del Rey, “hoy no es ese día”.

Las diferentes informaciones destacan que Rivera ha dejado solo a Casado ante las inclemencias de los Presupuestos de Sánchez. Cabe destacar que la decisión de Ciudadanos no implica la aprobación inmediata, ni siquiera a corto plazo, de los Presupuestos. De hecho, puede haber un segundo bloqueo.

La pinza PP-Ciudadanos tenía secuestrada en la Mesa del Congreso la reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Ambas formaciones solicitaron hasta tres prórrogas para articular y presentar enmiendas a la totalidad. Ahora, el único que ha solicitado prórroga ha sido la formación popular. En consecuencia, se abre otro periodo, el de tramitación ordinaria, en el que se presentarán enmiendas parciales. En otras palabras, los naranjas y el PP pueden volver a paralizar la iniciativa.

A pesar del desbloqueo, fuentes de Ciudadanos aseguran que, según sus cálculos, la ley no vería la luz hasta verano de 2019, cuando Pedro Sánchez esperaba aprobar los Presupuestos durante el primer trimestre del mismo año. Asimismo, se seguirán oponiendo de plano.

El presidente del Gobierno procuró, en primera instancia, tramitar la reforma de la ley de Estabilidad Presupuestaria de forma exprés, pero Ciudadanos y PP lo impidieron. Como también frenaron el intento del Ejecutivo de colar la iniciativa en una ley sobre Justicia y violencia de género.

La estrategia

Rivera ha optado por la coherencia, aunque fomentado, probablemente, por los últimos sondeos. Tiempo ha que los naranjas se presen ante la opinión pública como los desengrasantes de la maquinaria estatal. Hombres de Estado, de debate parlamentario. No sería muy coherente, entonces, tener secuestrada una ley en la Mesa por mucho que no te guste.

Pero la maniobra de distanciarse del PP no solo respondería a la necesidad de mantener un discurso coherente. También pone tierra de por medio con el PP de Pablo Casado. Y no es baladí, puesto que, según el último CIS, la estrategia de Casado le ha convertido en el líder nacional peor valorado, le sitúa como el responsable de la crispación y ha relegado al PP al tercer puesto, por detrás de Ciudadanos. Además, un debate parlamentario obligaría a Sánchez, según fuentes naranjas, a retratarse, puesto que tendría que acercarse a “los populistas y los independentistas”.