El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, ha comparecido este lunes en la comisión de su cartera en el Congreso para informar sobre “la utilización de los servicios y recursos de la Embajada española en Ecuador para fines particulares del propio ministro y su familia”, a petición de los grupos de Podemos y Esquerra Republicana.

En sus explicaciones, Dastis ha asegurado que las informaciones publicadas sobre su viaje eran “erróneas, ya porque son incompletas, ya porque desconocen algunos hechos”, pero justificaba su estancia con su familia en la embajada de Quito (Ecuador) porque “los embajadores son libres de invitar” a quien quieran, ya que “las residencias de los embajadores, como las de otros funcionarios con acceso a este servicio, son al mismo tiempo un local oficial y una vivienda o domicilio particular”.

El ministro de Exteriores se ha mostrado en todo momento convencido de que había actuado dentro de la ley y de forma honesta, ya que al ir a la embajada y no llevar a su propio equipo de seguridad produjo un “ahorro para el erario público”.

Dastis también ha explicado que utilizó uno de los coches oficiales de la embajada ya que, durante su estancia en la capital ecuatoriana como vacaciones personales aprovechó para reunirse con la ministra de asuntos exteriores del país, con el ministro del interior, de turismo, el presidente de la Cámara de Comercio, con el alcalde de esa ciudad y con el nuevo embajador en España del país.

No ha convencido

Tras sus palabras ha sido el turno de réplica de los grupos parlamentarios. Para los firmantes de la petición de comparecencia, ERC y Podemos, las explicaciones de Dastis no han convencido. Gabriel Rufián, además de mezclar el tema con el referéndum del 1-O, ha preguntado al ministro que “¿cómo hace una persona normal para alojarse en una embajada? podrían montar una web, una especie de Trivago de casas rurales y embajadas”, tras lo que ha pedido su dimisión.

Por su parte, desde Podemos han mostrado sus dudas porque no les quedaba claro si Dastis había ido a Ecuador “de vacaciones o a trabajar”, así como que, “seguramente su comportamiento sea legal”, pero “queda algo feo”. También le han preguntado si había pensado “en resarcir los gastos” de la embajada.

El ministro de Exteriores ha respondido que, pese a que estaba de vacaciones privadas y se pagó los billetes de avión, “soy ministro durante todo el tiempo” y, al igual que respondió llamadas de otros países, acudió a reuniones en Quito. Ha cerrado su intervención asegurando que no había “hecho nada que justifique, honestamente, ni esta comparecencia, ni mucho menos mi dimisión”.