La campaña electoral en la Comunidad Valenciana ya está abierta, de hecho ha sido el escenario elegido este viernes por PSOE y PP para dos actos significativos. Alfredo Pérez Rubalcaba mantenía un desayuno informativo con empresarios valencianos y a su conclusión, en rueda de prensa, resaltaba la parte positiva de una comunidad lastrada en los últimos tiempos por el estallido de una burbuja inmobiliaria que se ha cebado en la costa y por la mala imagen de la Gürtel: "Aquí ya se está experimentando lo que es la pujanza industrial y esa es la parte que me interesa".

Barberá parece plegarse
Mientras, el PP contraprogramaba con un acto protagonizado por quien se perfila como número uno de las listas populares al Congreso por esta comunidad, Estaban González Pons, donde fue secundado por el presidente Alberto Fabra y por Rita Barberá. Precisamente el conflicto con la alcaldesa de Valencia, que ha perdido posiciones tras la salida por la puerta de atrás de Camps, parece reconducido. El diario Levante asegura que la alcaldesa ha cejado en su intento de ser incluida en las listas al Congreso, dejando así el camino libre a González Pons para ser el número uno. El vicesecretario del PP otorgaba en el acto de este viernes a Barberá la responsabilidad de erigirse en la principal voz a la hora de culpar al Gobierno socialista de los problemas de financiación de los ayuntamientos y se deshacía en muestras de cariño hacie ella. Esto es lo que ha reclamado en los últimos días la alcadesa en lo que se ha interpretado como una petición a Génova para que no la den de lado ni a ella ni a los campsistas en la reestructuración del partido.

Heridas abiertas
Desde el entorno del PSPV apuntan que es difícil que se haya conseguido el equilibrio en un PPCV que aún no controla Fabra y todavía fuertemente dividido, donde hasta Alfonso Rus, presidente de la diputación de Valencia, se permite cuestionar abiertamente a la hasta ahora incontestable Barberá, lo que da una idea de la pérdida de posiciones de esta. Fuentes del PSPV consultadas por ELPLURAL.COM se preguntan asimismo si Camps aceptará una nueva humillación y Génova conseguirá “meterlo en un cajón” durante la campaña.

Rajoy ya ha olvidado a su principal apoyo en 2008
Como han apuntado los medios valencianos, parece que Rajoy ya haya borrado a Camps de su cerebro. En su reciente libro de memorias ni lo menciona, y eso que el expresident fue su principal apoyo en el complejo Congreso de su reelección como líder del PP tras el fiasco electoral de 2008. Un Congreso que de hecho se celebró en Valencia y en el que Rajoy estuvo permanente flanqueado por Camps y por Barberá ante el acoso de una importante facción del partido liderada por Esperanza Aguirre, aunque ahora Rajoy no se acuerde. La falta de memoria sorprende aún más cuando la gestión del trajegate ha sido uno de los temas que más ha ocupado y preocupado al líder del PP en los últimos meses.

¿Un último servicio al partido por parte de Camps?
Las deudas de Génova con Camps hacen difícil que el partido pueda rehuirle del todo durante la campaña. González Pons ya lanzó un mensaje envenenado al expresident cuando se mostró convencido de que este estaría en campaña con el PP, pero que lo haría como “inocente”. Y entonces ya parecía obvio que el juicio por el trajegate no se produciría antes de las elecciones generales. Desde la acusación ya dan por ello que los plazos para iniciar el juicio se dilatarán haciendo imposible una solución antes del 20-N, según apuntaba El País. En parte ha sido el propio Camps el que ha dilatado el proceso con sus maniobras, y ha prestado un nuevo servicio al partido evitando un juicio incómodo en las puertas de la cita electoral. La pregunta ahora es si aceptará también permanecer alejado de su partido para no desenfocar las fotos que el eufórico y desmemoriado Rajoy se haga durante esta campaña en Valencia.