El escándalo relativo a la contratación por parte del número dos de “Podemos”, Pablo Echenique, de un asistente al que pagaba en “negro” en dos ocasiones sucesivas (2012/2015) viene a poner a debate la distinción eterna entre la prédica y el trigo.

Especialmente en lo que se refiere a los hombres públicos que va de suyo que tengan un plus de honradez, decencia y ejemplaridad.

Máxime cuando su discurso principal y su razón de existir ha sido combatir las injusticia propiciadas por una “casta”. La evidencia entre la prédica y el trigo en el comportamiento principal de Echenique deja en muy mal lugar a su partido y al resto de los líderes.

Ese proceder no solo supone un claro incumplimiento de la legalidad, sino también de las iniciativas y proclamas de esta formación para exigir protección social a los empleados y cuidadores de dependientes. La última resolución a este respecto fue defendida por Echenique a finales del pasado mes de abrl junto con su compañera Tania González, con la que el dirigente aragonés/argentino compartió bancada durante su etapa como eurodiputado.

Excusas

Lo peor de todo, sin embargo, tiene que ver con la falta de explicaciones del Secretario de Organización de la formación podemita. Hay que recordar también que durante un mitin celebrado el pasado 13 de mayo en Andalucía censuró la actuación irregular en la que se encuentran muchos cuidadores de dependientes: “Es una vergüenza, dijo, que tengamos cuidadores sin pagarle la Seguridad Social. También Iñigo Errejón se ha distinguido por combatir los pagos en negro.

¿Debería dimitir Echenique? Probablemente. A partir de ahora su “auctóritas” estará bajo mínimos y ya me dirán quién demonios le va a tomar en serio.

Me consta que la confirmación de estos hechos (que no son un invento de los malditos fachas ni producto del contubernio judío de Wall Street) ha caído como una bomba entre el resto de la dirección de “Podemos”, amén del impacto entre bases, militantes y votantes.

Ha sido una mala semana para Pablo Iglesias –que está cogiendo madurez, serenidad y sentido común a raudales- porque casi en la misma línea el honrado y determinado rector de la Universidad Complutenses, Carlos Andadras –tras un expediente largo y de muchas garantías-ha sustanciado que Juan Carlos Monedero violó dos leyes en vigor asi como el Estatuto del Profesorado y del Funcionariado de la UCM. Es decir, que cobró un dinero público de forma continuada que no le correspondía. ¿Cómo se llama a esto? Díganmelo ustedes. La multa no es manca (42.000) y lo peor que le puede ocurrir a un funcionario público: suspensión de empleo y sueldo durante medio año.

¿Hacemos lo que dicen o seguimos el ejemplo de lo que hacen?

¡Casta!