Como diría un castizo "han tirado la casa por la ventana" o "han puesto toda la carne en el asador" pero la respuesta también podría llegar del sabio refranero a través del conocido "aunque la mona se vista de seda...". Y es que una vez más, a pesar del mimo en los preparativos por parte de la dirección 'popular' de TVE, incluida alfombra azul para que se sintiera como en 'casa', la entrevista que este viernes le realizó la presentadora Ana Blanco al aspirante del PP Mariano Rajoy en el Telediario de la noche ha resultado un fracaso. 

En términos televisivos, que algo no funcione tiene que ver con la audiencia. La entrevista al presidente del Gobierno -aunque esté en funciones- y candidato de la formación que todas las encuestas dan como ganadora el 26J, debería tener cierto tirón. Sin embargo, una vez más, el gallego pinchó en 'casa', situándose su presencia en el espacio informativo de la noche como tercera opción de los españoles, por detrás de Telecinco (que lideró con un 21,6%) y Antena 3 (12,2%). El TD2 de la cadena pública se quedó en apenas el 10,7% de la audiencia.

Manipulación informativa

Este dato, que vuelve a poner sobre la mesa la pérdida de influencia informativa de los espacios de TVE debido a la manipulación y el sectarismo y partidismo evidente, también demuestra que Mariano Rajoy pierde fuelle, si no en los sondeos, sí entre los televidentes quizás hartos, en el caso de la cadena pública, de las artimañas para favorecer a un partido determinado en detrimento del resto. 

Cabe subrayar que el aspirante 'popular' habló de todos los asuntos de actualidad, desde empleo, hasta el Banco de España, pasando por sus contrincantes electorales, sin olvidar sus promesas para arañar votos. Nada de esto sirvió para que la audiencia respaldara la entrevista, consecuencia de la poca credibilidad de la que gozan los informativos de TVE muy a pesar del trabajo de los profesionales que no forman parte de la denominada 'redacción paralela' y que no están dispuestos a entrar en el juego de la manipulación y la censura.

De este modo, los esfuerzos partidistas de la dirección que no dudó siquiera con la mencionada alfombra que conduce hasta el plató o en cambiar el orden establecido inicialmente para las entrevistas electorales, han caído en saco roto y los españoles han preferido otras opciones a la hora de informarse. Rajoy no engancha ni a los suyos y TVE, por el arduo trabajo de sus dirigentes 'políticos', sigue cuesta abajo.