Un think tank próximo al PP como el GEES dejó ver su deseo de desacreditar al 15-M con episodios de violencia con los que culpar en último término a Rubalcaba, y parece que en el partido de Rajoy algunos parecen dispuestos a facilitar que ese hecho se produzca. El alcalde de Santiago de Compostela, el popular Gerardo Conde Roa, estuvo a punto de provocar un enfrentamiento con un trabajador tras acudir la noche del miércoles a la ópera El Barbero de Sevilla en el Auditorio de Galicia. El hecho estuvo motivado porque al final de la representación un grupo de actores mostró carteles de solidaridad con los 'indignados' con lemas como "No hay pan para tanto chorizo" o "Que la calle nunca calle".

Intervención de los escoltas tras las provocaciones
A la salida del Auditorio y ya en la calle, el regidor increpó a uno de los iluminadores de la compañía acusándole de haberle señalado en las protestas, en un tenso episodio recogido por El País. Conde Roa llamó "maleducado" al trabajador, y cuando este negó que le conociera, insistió en insultarle con un "mamón", consiguiendo así enfurecer al trabajador que respondió con amenazas. Los escoltas del alcalde evitaron que el episodio fuera a mayores introduciéndole en el coche oficial y saliendo de allí.

No son los primeros insultos
El alcalde de Santiago tiene varios antecedentes en provocar a los indignados, y cuando todavía era candidato instó al Consistorio socialista a desalajar la Plaza del Obradoiro, donde se había levantado un campamento de protesta en el contexto del 15-M. Según Conde Roa aquel campamento podía derivar en una "comuna". Hace apenas unos días definió a los indignados como "marginales que están en contra de la democracia" y los relacionó con la vagancia y el botellón.

"Camorristas", "pendencieros"....
Pero desde el PP se suceden los ataques al movimiento 15-M prácticamente desde que se iniciaron las protestas en la calle. En el Gobierno de Madrid se han destacado, y su presidenta Esperanza Aguirre les ha relacionado insistentemente con el totalitarismo y el pasado lunes les llamó "camorristas", "pendencieros"  y capaces de propiciar "un golpe de Estado". La consejera de Educación del Gobierno de Aguirre, Lucía Figar, también ha tratado de achacar al 15-M el conflicto que mantiene en este inicio de curso con los profesores por el recorte de plantilla, asegurando que quienes promueven las manifestaciones de docentes "son los mismos que en agosto insultaron y agredieron a los peregrinos". En la televisón controlada por Aguirre, Telemadrid, han ascendido a la periodista que manipuló una información presentando imágenes violentas de Grecia como si fueran protestas del 15-M en España. Aznar también ha desafiado a los 'indignados' presentándoles entre otras cosas como un movimiento "marginal", "radical", y "estrechamente ligado a la izquierda extrema".