Este jueves hemos podido ser testigos de una escena recurrente en las guerras. Y es la de ver a padres que tienen la obligación de ir a la guerra cómo se despiden de sus hijos. Son escenas típicas en conflictos bélicos pero que consiguen retratar a la perfección cómo la violencia destruye familias y sociedades.

En el vídeo se puede ver cómo un niño llora desconsolado al despedirse de su padre, un policía que se queda en Irpin, ciudad cercana a Kiev, para tratar de frenar la invasión rusa. Las imágenes resumen la crudeza de la guerra y vemos cómo el bebé golpea impotente el casco que lleva su padre. 

La ONU eleva a casi 550 los civiles muertos en Ucrania, entre ellos 41 niños

Naciones Unidas tiene ya confirmada la muerte de unos 550 civiles como consecuencia de los combates en Ucrania, escenario de una ofensiva militar rusa desde el 24 de febrero, y estima que han fallecido al menos 41 niños, si bien la propia organización asume que estos datos serían sólo la punta del iceberg.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos cree que la cifra es "considerablemente mayor" a las 1.506 víctimas que tiene registradas, entre las que figuran 957 heridos y 549 muertos. La organización ha explicado que tiene denuncias sin verificar y que hay zonas de las que apenas han llegado datos, como puede ser Mariúpol.

De hecho, las autoridades ucranianas ya están ofreciendo balances superiores. Una responsable de Derechos Humanos dentro de la Rada Suprema (Parlamento), Liudmila Denisova, ha asegurado este jueves que 71 niños han perdido la vida y más de cien han sufrido heridas desde que comenzó la invasión.

Las autoridades locales de Mariúpol, ciudad asediada en los últimos días por las fuerzas rusas y sus aliados rebeldes, han denunciado que más de mil personas han perecido en esta zona y que los cadáveres se están trasladando a fosas comunes. Organizaciones como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y Médicos Sin Fronteras (MSF) han denunciado igualmente una grave situación humanitaria.