Centenares de seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro han invadido este domingo las sedes de los tres poderes de Brasil (el Palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema) en una manifestación que pide una intervención militar para derrocar al presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva. Este asalto, con claras semejanzas al ataque de seguidores de Donald Trump al Capitolio hace ya dos años, ha sido rotundamente condenado por la izquierda España, aunque la derecha todavía no se ha pronunciado. Pero si ha opinado Cuca Gamarra, secretaria general del PP, utilizando este asalto para lanzar un ataque directo a Pedro Sánchez.

Gamarra ha respondido al mensaje de apoyo que Sánchez ha enviado a Lula da Silva. “Todo mi apoyo al presidente Lula da Silva y a las instituciones democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática”, ha escrito el presidente del Gobierno.

Ante este mensaje, Cuca Gamarra ha escrito: “Contigo, en España esto ahora es un simple desorden público…”. Con estas palabras, lejos de condenar el asalto de la ultraderecha a las sedes de los tres poderes de Brasil, demuestra su falta de compromiso con el respeto a la democracia y usa así este suceso para lanzar una crítica más al Ejecutivo español.

Asalto de la ultraderecha en Brasil

El grupo que ha irrumpido en la sede del Congreso Nacional, defensor de las tesis golpistas, superaron una barrera policial y consiguieron subir la rampa que da acceso al techo de los edificios de la Cámara de los Diputados y del Senado. Tal como han informado medios brasileños, los manifestantes han entrado en el Congreso en torno a las 14:40 horas de este domingo y después se han dirigido al Palacio del Planalto, la sede del poder Ejecutivo del Gobierno Federal brasileño, y a la Corte Suprema, el más alto tribunal del Poder Judicial de Brasil.

Los manifestantes, la mayoría vestidos con camisetas amarillas y verdes y banderas de Brasil, también han atacado algunos vehículos de la Policía Legislativa, quienes brindan la seguridad al Congreso. Además, destruyeron barreras de protección y armados con palos se enfrentaron a los agentes que los intentaron, sin éxito, contener.