"Todo mi apoyo al presidente Lula da Silva y a las instituciones libres y democráticamente elegidas por el pueblo brasileño. Condenamos rotundamente el asalto al Congreso de Brasil y hacemos un llamamiento al inmediato retorno a la normalidad democrática”. Estas son las palabras que ha pronunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el asalto al Palacio presidencial, el Congreso y la Corte Suprema de Brasil en una protesta contra Lula.

Miles de simpatizantes del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro han superado las barreras policiales y han invadido la sede del Congreso brasileño, Palacio presidencial, el Palacio de Planalto, y la sede del Tribunal Supremo Federal en Brasilia en el marco de una manifestación contra el nuevo presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.

Los participantes en la protesta han superado las barreras policiales y arrancado alambradas a pesar de que la Policía ha empleado gas pimienta y otros medios antidisturbios. Los manifestantes tienen el objetivo declarado de derrocar a Lula y a su vicepresidente, Geraldo Alckmin.

PSOE y Podemos lo condenan

Ante lo sucedido, tanto PSOE como Unidas Podemos han lanzado mensajes condenando lo ocurrido.

“Condenamos el asalto de la ultraderecha a las sedes de los poderes del Estado brasileño. Todo nuestro apoyo al presidente Lula da Silva y al pueblo de Brasil. La democracia es más fuerte. La democracia prevalecerá”, ha afirmado el PSOE.

Por su parte, Unidas Podemos ha señalado: “Seguidores bolsonaristas intentan tomar el Congreso en Brasilia, en un acto que recuerda peligrosamente al asalto al Capitolio de 2021 en EEUU. Nuestro rotundo rechazo a este ataque y nuestro llamado a que la democracia sea defendida frente al reaccionarismo a nivel global”.

¿Qué ha pasado en Brasil?

Los manifestantes que permanecían concentrados frente al Cuartel General del Ejército, en el centro administrativo de Brasilia, han marchado hasta la Explanada de los Ministerios, donde decenas de participantes se han encaramado al edificio sede del Congreso.

Más tarde se han dirigido a la sede presidencial y a la del Supremo, donde han invadido el plenario del tribunal. La llegada de efectivos de la Policía Militar ha sido aplaudida por los manifestantes.

Acampadas por el Golpe de Estado

Los simpatizantes de Bolsonaro han acampado frente a diferentes cuarteles de las Fuerzas Armadas brasileñas para exigir un golpe de Estado para "salvar Brasil" y deponer a Lula, vencedor de las elecciones de octubre de 2022.

Las fuerzas de seguridad no han disuelto estas concentraciones tampoco frente al Cuartel General del Ejército en Brasilia, punto de partida de la manifestación que ha terminado con la toma del Congreso. Las acampadas comenzaron tras confirmarse la derrota electoral de Jair Bolsonaro frente a Lula.