El parque móvil particular de los ministros del Gobierno que han sido elegidos diputados el 23J alcanza una media de edad de casi 12 años, mientras que el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, no tiene vehículo privado, del mismo modo que otros cinco ministros. Así consta en la declaración de bienes que han presentado ante el Congreso de los Diputados y que se ha hecho pública esta semana.
En la declaración de bienes del inicio de la XV Legislatura, el presidente del Gobierno en funciones no ha declarado vehículo alguno, al igual que tampoco lo hizo en la que presentó en noviembre de 2019. Ya para entonces no conservaba el Peugeot 407 del año 2005 con el que había recorrido España desde octubre de 2016 para convencer a los socialistas en las primarias para elegir secretario general tras haber sido previamente sacado de la estructura del partido.
Al igual que Pedro Sánchez, tampoco tienen coche otros cinco ministros: el titular de Exteriores, José Manuel Albares; la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant; el de Cultura, Miquel Iceta; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra y el de Sanidad, José Miñones.
Casi 12 años de media de antigüedad
Por otro lado, hay once ministros que sí han declarado tener coche privado, y algunos tienen hasta tres. En concreto, las vicepresidentas primera y segunda cuentan con dos y tres vehículos, y la media de edad de los automóviles de los ministros alcanza los 11,7 años. Yolanda Díaz tiene dos coches: un Volskwagen Golf del año 2014 y un Volkswagen Touran del 2013. Teresa Ribera, por su parte, cuenta con tres, pero dos de ellos tienen 16 y 12 años. Se trata de un Peugeot 307 del año 2007 y otro Peugeot 5008, del año 2011. El último, un Renault Clio híbrido que la titular de la Cartera de Cambio Climático ha adquirido este mismo ejercicio.
La ministra que tiene el coche más antiguo es la titular de Hacienda, María Jesús Montero, que cuenta con un Nissan Primera del año 2000, de 23 años. Le sigue de cerca el vehículo de la ministra de Defensa, Margarita Robles, un Hyundai Getz del año 2002, del que distan 21 años desde su adquisición.
La ministra de Política Territorial, Teresa Ribera, conserva, además del recién adquirido Clio híbrido, un vehículo de 17 años, un Seat Ibiza del 2006, y uno de 13, un Volkswagen Passat del año 2010.
El coche del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, tiene 12 años, ya que adquirió su Volvo S80 en 2011. Más reciente es el Volkswagen Tiguan de la Titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, que lo compró en 2013. Le sigue en antigüedad el vehículo Renault Clío Autentic de la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría, adquirido en 2014.
Otras adquisiciones recientes
Sin tener en cuenta el Clio híbrido de Teresa Ribera, las compras más recientes han sido las del titular de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, que se hizo con un Mercedes GLA en 2017, la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que compró un BMW Serie 5 en 2015, y la del ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que adquirió un Nissan X-Trail también en el año 2015.
Por otra parte, la expresidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, que esta semana anunció que dejaba la primera línea política, tampoco tiene coche propio, según su reciente declaración de bienes. Quien sí tiene vehículo privado es su sucesora y expresidenta de Baleares, Francina Armengol, que declara un Jeep Grand Cherokee de segunda mano del año 2012.
Los gastos del Congreso en viajes de diputados
Por otra parte, la totalidad del Congreso gastó 12,25 millones de euros en viajes nacionales de diputados durante la pasada legislatura, marcada en su inicio el inicio por las restricciones derivadas de la pandemia del Covid. Esta cifra supone una rebaja del 30%, unos cinco millones menos que los que se destinó a esta materia en la legislatura ordinaria anterior, la que arrancó a mediados de julio de 2016 y culminó a principios de 2019.
En concreto, entre enero de 2020 y el pasado mes de junio, cuando las Cortes llevaban un mes disueltas con motivo de las últimas elecciones generales, la Cámara había facturado un total de 12.256.985,08 euros en viajes de sus señorías dentro de España, para el desarrollo de su actividad tanto parlamentaria como estrictamente política.
Esta cantidad incluye billetes de avión, tren y autobús, así como indemnizaciones por kilometraje en vehículo privado, además de los gastos de gestión, cancelaciones, cambios y billetes emitidos pendientes de utilización.