El exvicepresidente del Gobierno de José María Aznar y exministro de Economía, Rodrigo Rato, ha comparecido este martes la Comisión de Investigación sobre la crisis financiera de España. El que fuera director de Bankia fue citado para responder a las preguntas de los diputados a fin de explicar su rol en la burbuja inmobiliaria, que muchos coinciden en que supuso la génesis de la crisis que eclosionó en 2008, así como esclarecer la ruinosa gestión que realizó al frente de la entidad financiera que dirigió, ya que, tras un año de su salida a bolsa –con las cuentas presuntamente falseadas- tuvo que ser nacionalizada.

Tras el discurso inicial de Rato, era el turno de las preguntas de los portavoces, pero el diputado de Ciudadanos Toni Roldán no utilizó su tiempo para exponer cuestiones al compareciente, sino para proseguir en la nueva hoja de ruta naranja: ganar terreno electoral a PSOE y PP.

Inés Arrimadas fue la opción más votada en Catalunya tanto en votos como en escaños, y el PP se descalabró hasta el punto que no podrá conformar grupo parlamentario propio en el Parlamment. En consecuencia, los de Albert Rivera han iniciado una agresiva ofensiva para continuar subiendo en las encuestas a nivel nacional.

Roldán ha acuñado este martes un término hasta ahora inexplorado: “Cartel del bipartidismo de amiguetes”. El diputado de Ciudadanos no ha preguntado a Rato, sino que dirigió sus palabras a acusar a los populares y a los socialistas de utilizar a Rato para continuar con “complot del capitalismo de amiguetes”: “Lo que sucedió fue consecuencia del saqueo de bipartidismo de amiguetes. Mi tesis es que a usted se le nombró para mantener y alimentar ese sistema de redes clientelares que alentaba el cartel del PP y del PSOE y que ha costado a los españoles 60.000 millones de euros. Era el negocio perfecto”.

Sus acusaciones no fueron bien recibidas ni por el compareciente ni por la presidenta de la comisión, Ana Oramas, que ha subrayado que debe guardar respeto y que “yo no soy ni del PP ni del PSOE”.

Todo ha comenzado cuando Roldán ha expuesto sus dudas sobre el formato de la comparecencia, ya que se había reducido el tiempo de las preguntas, y acusaba al PSOE y al PP de limitarlo. Oramas ha salido al paso y ha mencionado que “sería bueno que asistiera a las reuniones de la comisión” porque en la última se establecieron los 10 minutos de preguntas más otros cinco de réplica para evitar una comparecencia demasiado larga. “Fue votado por unanimidad”.

Tras esta reprimenda, Roldán tomaba la palabra y, sin preguntar, se ha dedicado a presentar a Rato como un mero instrumento: “Usted sabía que iban a poner en sus manos una bomba de relojería que podía explotar en cualquier momento. Usted estaba allí para hacer algo que ya sabía”, a lo que ha añadido que “extendía créditos a sus amigos promotores y constructores” que después devolvían este dinero a través de sus redes clientelares: “Un complot del bipartidismo de amiguetes”.