Pablo Casado ha celebrado su primer Comité Nacional del Partido Popular como presidente en Barcelona. Toda una declaración de intenciones. Allí ha comunicado todos los nombres de la nueva estructura de la formación conservadora. Pero, además de toda la ceremonia de reestructuración del partido a su medida, Casado ha querido trasladar un mensaje: ya está listo para poner en marcha la maquinaria electoral de su partido y, muy especialmente, la del PP catalán. El presidente del PP ha declarado que "el PP de Cataluña ha de ser la vanguardia contra el procés" frente a la inacción del Gobierno".

Si Casado ganó el XIX Congreso del PP con un mensaje más beligerante y escorado a la derecha, parece que ha querido mantener el registro que le ha llevado a la dirección de su partido y, luego de reivindicar el papel del PP en toda la crisis catalana, ha afirmado que la primera medida parlamentaria de los populares en su etapa será la de añadir dos nuevos tipos de delitos al Código Penal: el de "sedición impropia" y la convoctaria ilegal de referéndums. Así, según Casado, el PP contribuye al que el Estado se anticipe a "posibles ruputuras de la legalidad", mientras acusaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez de mantener posible pactos ocultos con los independentistas que pudieran desembocar en un reférendum de autodeterminación pactado. 

Elecciones a la vista

Tampoco es el único escenario al que se pretende anticipar y es que el diputado palentino ya plantea una estrategia del PP para las elecciones municipales y en el caso de Cataluña, desea que "los constitucionalistas lleguen a gobernar Barcelona", abriendo el escenario de una posible estrategia común de los partidos no independentistas para gobernar en los ayuntamientos catalanes. Aunque tampoco se ha ahorrado las críticas a Ciudadanos, de los que ha dicho que "pese a haber ganado en votos [en las elecciones catalanas], no demuestran utilidad alguna a la hora de poner freno al independentismo". 

Con respecto a las candidaturas a ayuntamientos y comunidades autónomas, Casado ha reiterado que se mantendrán los candidatos que ya han sido anunciados y que el resto se "lanzarán en breve". Sí anticipó que Xavier García Albiol no repetirá como candidato autonómico, afirmando que ha sido "un excelente alcalde de Badalona" y que los ciudadanos "le echan de menos".   El nuevo presidente del PP ha presumido de que su partido "está preparado, fuerte y unido" para cualquier anticipo electoral. Sin embargo, quiere que el PP obtenga mayorías suficientes para no depender de "filibusterismos parlamentarios" aunque, a continuación, ha presumido de su capacidad para entenderse con otros partidos.

Integración y máster

Con respecto a la integracion de otras candidaturas en el nuevo organigrama del PP, Pablo Casado ha explicado que ha incluido a "10 personas de Soraya [Sáenz de Santamaría, exvicepresidenta del Gobierno y ganadora de la votación de los afiliados], 10 de María Dolores [de Cospedal, rival de Santamaría eliminada en la primera vuelta de la primarias] y 3 de otras candidaturas". Con respecto a la posible ruptura de las negociaciones de integración con Sáenz de Santamaría ayer, Casado ha dicho que no se ha roto nada porque "no hubo negociación, no se trata de una investidura" y destacado que el PP no hay "facciones, ni corrientes". A continuación destacó los méritos de los integrantes de otras candidaturas y la acción de Gobierno de éstos con Rajoy, y de los que, deslizó, "he sido el encargado de defenderles muchos años". 

Preguntado reiteradamente por su máster y si preveía que éste pudiera traerle complicaciones judiciales en el futuro, Casado se ha mostrado muy tranquilo, ha insistido en que no le preocupa, que ha mostrado más documentación que la propia Universidad Rey Juan Carlos y que estaba "algo cansado" porque "no le veo el interés público a algo tan capcioso":