“Convocaré elecciones cuanto antes y una vez recuperada la estabilidad democrática”. En estos términos se pronunció el secretario general del PSOE, ahora también presidente del Gobierno, cuando anunció en una rueda de prensa celebrada en Ferraz el registro de una moción de censura contra Mariano Rajoy. Tras su victoria comunicó que su intención era agotar la legislatura y convocar elecciones en el año 2020, un auténtico volantazo. Pero, de nuevo, resuenan tambores de adelanto electoral. Según fuentes del entorno de Sánchez citadas en varias informaciones, el líder del Ejecutivo baraja convocar elecciones este otoño por las dificultades que se está encontrando en los últimos días con el fracaso de la renovación de RTVE y con el PP tumbando el nuevo objetivo de déficit; con el efecto luna de miel que impulsa al PSOE en todas las encuestas, con el PP supurando sus heridas con un nuevo líder que aún tiene que asentarse y con un previsible adelanto electoral en Andalucía (y ojo, que también suena Cataluña).

 La portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha negado que se baraje una cita con las urnas: “Nadie está pensando en adelantar elecciones” generales, ha asegurado en un desayuno informativo. Pero ha matizado: “Nadie va a resistir más de lo razonable”.

Y es que, al Gobierno de Pedro Sánchez se le ha puesto cuesta arriba la legislatura. La victoria de Carles Puigdemont, que ya tiene las llaves del PDeCat, podría complicar la estabilidad de un Ejecutivo que pretende una distensión pero que con el perfil más radical del expresident la dificultad sería mucho mayor.

Al asunto Cataluña, el tema por antonomasia de la legislatura, habría que sumarle que el PP tumbará la flexibilización del nuevo objetivo de déficit para 2019. En este punto hay dos aristas: por un lado, el PP exhibiría músculo parlamentario y, por otro, se podría comprometer el apoyo de Podemos si no se flexibiliza el nuevo déficit.

Las relaciones con Podemos

Unidos Podemos y PSOE están condenados a entenderse. La fragilidad parlamentaria de los socialistas, que con 84 diputados no suman para gobernar, les fuerza a buscar a los morados. Desde que se aliaran para llevar en volandas a Pedro Sánchez a La Moncloa todo parecía un cuento de hadas. Los de Pablo Iglesias percibían como buenos gestos la acogida del Aquarius, las reuniones con Íñigo Urkullu Quim Torra, la exhumación de los restos del dictador Franco del Valle de los Caídos, la posible retirada de medallas al torturador Billy el Niño y la inclusión de más mujeres que hombres en el Consejo de Ministros. Pero el cuento de hadas parece haber llegado a su fin. La no publicación de la lista de amnistiados y las grabaciones de Corinna han puesto en jaque la relación ambas formaciones.

Efecto luna de miel y doble urna

Este lunes Pedro Sánchez se reunión con la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz. Ambos aseguraron que no se trató un posible adelanto electoral, pero Díaz ya ha insinuado una posible cita con las urnas: “Mi voluntad es agotar la legislatura [marzo de 2019], pero no dependerá solo de mí. Algunos están exclusivamente en generar inestabilidad”, dijo señalando directamente a Ciudadanos, sus socios de Gobierno.

Un adelanto electoral beneficiaría al PSOE. A nivel estatal, el efecto luna de miel ha impulsado a los socialistas en las encuestas desde su llegada al Gobierno y el Partido Popular aún está cerrando sus heridas. Además, su nuevo líder, Pablo Casado, aún debe confeccionar su equipo y asentarse, y esto deberá hacerlo mientras pugna con Ciudadanos por recuperar su espacio electoral.

Con respecto a Podemos, Sánchez ha atajado ejes fundamentales en lo que lleva de mandato, como la exhumación de Franco del Valle de los Caídos, el estudio para retirar la medalla franquista al torturador Billy el Niño, un cambio en la política migratoria, la retirada de la asignatura de Religión para que no compute académicamente… Varios gestos que reflejarían que “ha hecho algo” como presidente.

Las condiciones le son favorables y hay quien habla de adelanto electoral, pero solo Sánchez tiene la llave para abrir el maletín negro y apretar el botón nuclear.