El diputado de Ciudadanos y exjefe de la Abogacía del Estado Edmundo Bal ha hundido a Mariano Rajoy y ha demostrado que ha mentido en su comparecencia en la Comisión Kitchen. Bal le ha leído el párrafo de la sentencia del Tribunal Supremo de la pieza Época I, del caso Gürtel, en la que el Alto tribunal asevera que existe prueba suficiente de la existencia de una caja B. Pero ni con Bal leyendo la sentencia en voz alta, hasta dos veces le ha repetido el párrafo, el expresidente del Gobierno ha admitido la existencia de esa caja B.

Es más, Edmundo Bal le ha dicho tras leerle por segunda vez la sentencia: “No venga a decir que no se ha acreditado”, a lo que Rajoy, más Mariano Rajoy que nunca, ha contestado: “No estoy de acuerdo con usted porque el juicio terminó con una condena al tesorero por pagar con dinero B, pero el PP no fue condenado por tener una caja B”. Es decir, al no poder negar la sentencia de Época I, Rajoy se ha ido por peteneras y ha contestado sobre la reciente sentencia del pago en negro de la sede del partido en la calle Génova.

En cuanto al caso Kitchen, el diputado y portavoz de Ciudadanos le ha interrogado sobre su opinión del auto de procesamiento de Kitchen. Mariano Rajoy ha vuelto a la letanía de la tarde, y ha hablado de la presunción de inocencia.

El expresidente se ha escudado en la presunción de inocencia y ha vuelto a repetir el caso Bankia y los ordenadores del PP donde hubo auto de procesamiento y luego acabaron absueltos. Todo menos contestar a la pregunta. “¿Y si en este caso no hay condena?”, ha espetado Rajoy, a lo que Bal le ha contestado: “No parece que el magistrado instructor Manuel García-Castellón sea el ariete armado de la izquierda”, y le ha recordado al compareciente que el juez no se ha saltado la presunción de inocencia.

Entre las preguntas de Bal, una de ellas ha hecho referencia a la acusación popular. El que fuera líder del PP ha sido, por una vez en dos horas, meridiano en su respuesta: “No estoy a favor de la acusación popular. Puede generar un peligro porque acaba en un proceso político”. Bal, con sonrisa socarrona, le ha recordado que para eliminarla hay que modificar la Constitución Española, algo a lo que su partido, por cierto, se niega.

Tras Bal, han intervenido tanto el PNV, cuya diputada solo ha hecho dos preguntas; y Bildu. El diputado Jon Iñarritu ha tratado de sonsacarle algo al expresidente, pero Rajoy, fiel a su estilo, y como buen gallego, ha sorteado la mayor parte del interrogatorio. Solo Gabriel Rufián y Edmundo Bal han conseguido sacarlo de sus casillas.