Tras más de dos meses de tira y afloja en Aragón que acabó en un primer momento el pasado 3 de agosto con el paso atrás del PP en beneficio de Vox-, finalmente este jueves el candidato y líder del Partido Popular en la región, Jorge Azcón, ha sido investido presidente del Ejecutivo regional con el apoyo de la ultraderecha y del Partido Aragonés (PAR). El barón de Alberto Núñez Feijóo no solo ha obtenido la mayoría absoluta con los síes de los que se han convertido en sus socios predilectos en las Cortes, sino que las tres formaciones han sellado de esta forma el acuerdo de gobierno que ha permitido dar luz verde a la candidatura del popular.

Finalmente, las Cortes de Aragón han investido a Jorge Azcón con 36 'síes' y 31 votos en contra en torno a las 16.45 horas de la tarde de este jueves, confirmando así la nueva etapa política de la autonomía. 

De esta forma el ya dirigente autonómico echa a andar al frente del gobierno "sólido, estable y eficaz" que ha prometido durante su discurso, pronunciado en la primera jornada del debate este miércoles. Con esta votación -se necesitan 34 síes frente a los 67 totales- los ultras también han ascendido hasta el poder, donde su líder Alejandro Nolasco se ha convertido en vicepresidente y van a ostentar asimismo dos consejerías. Azcón aseguró liderar un proyecto "reformista" para Aragón, pero algunas de las líneas de actuación acordadas con la ultraderecha pasan por derogar la ley de Memoria Democrática, cambiar violencia machista por "intrafamiliar" o implementar el pin parental.

Azcón, presidente de la mano de Vox

Han pasado casi tres meses desde la celebración de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, un periodo que ha tenido en el centro de la mirada a Aragón y las negociaciones entre el Partido Popular y Vox para convertir en presidente regional al barón popular Jorge Azcón. Especialmente después de los ejemplos de ejecutivos de coalición cerrados en la Comunidad Valenciana de Carlos Mazón o en la Extremadura de María Guardiola. Tras la alianza consumada el pasado 3 de agosto con la claudicación del PP ante Vox, ahora solo queda Murcia, donde la coyuntura está encallada y a la espera de volver a una repetición electoral.

Pero en Aragón está todo decidido y los aragoneses ya tienen en las Cortes una mayoría de la derecha con la ultraderecha. Mientras el ya presidente regional dedicó su intervención de este miércoles como primer punto de la investidura a agradecer a los partidos aliados su voto a favor y prometer un gobierno "reformista" que "solucione problemas en lugar de crear otros nuevos" -todo mientras ha elevado hasta la vicepresidencia al ultra Alejandro Nolasco y les ha dado las consejerías de Agricultura y Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia- el resto de grupos han aprovechado su turno para criticar el convenio con la extrema derecha.

La izquierda denuncia el gobierno "retrógado"

Ha abierto fuego a discreción de la segunda jornada del debate el PSOE, cuya diputada Maite Pérez ha criticado tanto el hecho de haberse acercado a la ultraderecha como el contenido del documento firmado por Azcón para la región. Un pacto que ha calificado con dureza de "retrogrado, sectario, privatizador y elitista" poniendo el foco en la sanidad, la educación o en materia de igualdad. Todo con un "aviso a navegantes" hacia la extrema derecha y los regionalistas, a los que ha alertado que pueden desaparecer dentro de las siglas populares. Pérez también ha denunciado la falta de medidas en medio ambiente, la despoblación o los recortes en anteriores etapas populares así como la tardanza de la conformación de la administración.

Tras los socialistas, y un intercambio de acusaciones con el PP, ha subido al estrado el portavoz de la Chunta Aragonista, Jose Luis Soro, también ha cargado con contundencia contra el pacto de la extrema derecha con los conservadores, a los que ha acusado de "dar alas" a los ultras así como de "mimetizarse" con ellos. "¿Van a demostrar que son la ultraderechita cobarde?", ha sostenido antes de preguntar si "de verdad van a permitir a Vox entrar al gobierno pese a dar un portazo a todo lo que significa". Un "Mister Hyde y un Doctor Jekyll" que ha querido denunciar para hablar del programa de gobierno y de acusar a los dirigentes ultras de "homófobos declarados", lo que ha generado la petición de retirar estas declaraciones por parte de estos. "Le compran todo a Vox", ha dicho para después lanzar sendos dardos al PAR por sumarse a esta alianza.

Entre tanto, Azcón ha justificado la demora por la convocatoria de elecciones generales por parte de Pedro Sánchez al tiempo que ha cargado contra Podemos por la ley del solo sí es sí y ha defendido el "gobierno de cambio" en Aragón. Vox, por su parte, ha continuado con su tono ambiguo con el PP. Y es que este miércoles Nolasco, portavoz ultra, esgrimió una advertencia al dirigente popular, adelantando que su permanecerá "vigilante" para que las medidas se lleven a término. Nolasco ha reivindicado que el pacto que hará presidente al candidato no ha sido alcanzado con el PAR sino con Vox. "Sólo nos hacemos responsables de lo que hemos firmado, y vamos a estar vigilantes para que el PP, con esa comisión de seguimiento que presidiré, cumpla lo que se ha acordado en esas 80 medidas", ha esgrimido.

Claves del pacto entre PP y Vox en Aragón

La votación de este jueves ha puesto las bases de un ejecutivo con un polémico pacto de coalición en la que la ultraderecha sale muy reforzada. Y es que en Vox no solo va a recaer la vicepresidencia de Aragón, con Nolasco a la cabeza, sino que además van a ocupar la dirección de dos consejerías: de Agricultura y Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia. Asimismo los ultras van a tener la Mesa de las Cortes regionales, en manos de la diputada Marta Fernández. Pero no solo los nombres y los asientos han sido parte fundamental de las negociaciones, sino sobre todo la elaboración de un programa de gobierno que sigue la línea de los anteriores pactos en otros ejecutivos en el mapa nacional.

Son cerca de 80 medidas entre las que destaca la derogación de la ley de Memoria Democrática, la utilización del término violencia "intrafamiliar" en vez de violencia de género o machista en igualdad o la reforma de la ley trans. En materia económica, la posible eliminación del impuesto sobre el Patrimonio mientras en el ámbito sanitario, PP y Vox también han contemplado un modelo mixto, es decir, la "promoción de la colaboración público-privada", al tiempo que queda en el aire la supresión o cambio de la norma que garantiza la eutanasia, en línea con la línea ideológica a nivel nacional. También percuten en la educación con el impulso del pin parental.