La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha tenido que rendir cuentas del escándalo de los apartahoteles de lujo en los que se hospeda propiedad de Kike Sarasola durante una sesión de control en la Asamblea. Ayuso ha justificado que cualquier presidente autonómico en su lugar hubiera hecho lo mismo, ha avanzado que abrirá una investigación interna por “el error” del contrato adjudicatario a Room Mate y ha mentado el chalet de Galapagar de Pablo Iglesias e Irene Montero.

Ayuso, quien ha justificado que “el presidente de Cataluña, Quim Torra, ha hecho algo similar, que es dejar su vivienda para irse a otro sitio”; ha reprochado a Pablo Gómez Perpinyà "usted pretende que yo resuelva los asuntos de los madrileños sobre el comedor en el que ceno todos los días, y no creo que sea lo más oportuno”.

La líder del Ejecutivo regional ha asegurado que tomó la decisión de dejar su vivienda “voluntariamente” e ir a un hotel que “no estaba dando servicio” porque “estando yo contagiada no puedo ni bajar a un supermercado”.

Según defiende fue “para no molestar a los vecinos ni a mi equipo” y “seguir trabajando con unas garantías dignas para el cargo que desempeño en este momento”.

Sea donde sea, Ayuso ha apostillando que ejercerá desde “un sitio con bandera, institucional y con las fotos del rey”.

"Aquí lo único raro que ha habido es un contrato que se ha subido casualmente mal puesto y que se ha enterado justo un periodista y en el momento que se ha conocido lo han descolgado a unas horas extrañas. Por supuesto, abriré una investigación interna en la Comunidad de Madrid pero no pretendan que les dé más explicaciones de lo que hago con mi vida y de lo que yo hago con mi presupuesto", ha espetado.

Por último, ha cargado contra Podemos porque “aquí ni becas Black ni mansiones pagada por el tesorero de mi partido”; al tiempo que ha denunciado que se ha tratado de lapidar Ifema “con una foto final” y el reparto de mascarillas: “Nos tenemos que meter con el envasado”, ironiza.