[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"30195","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-158490","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"320","alt":"El presidente de la patronal empresarial madrile\u00f1a CEIM y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fern\u00e1ndez. EFE\/Archivo"}}]] El presidente de la patronal empresarial madrileña CEIM y vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández. EFE/Archivo
Las tarjetas black se llevarán por delante al presidente de la patronal madrileña (CEIM), Arturo Fernández; lo que no han conseguido los escándalos de sus pagos en B a trabajadores, sus impagos de nóminas o sus deudas con Hacienda. El amigo íntimo de Aguirre ha anunciado que pedirá “un voto de confianza” a su organización hasta diciembre, cuando planea celebrar elecciones a la presidencia de CEIM, a las que no se presentará. Eso sí, ha advertido de que podría permanecer en la junta de la patronal.
Pide quedarse un tiempo para seguir con su proyecto de "un código ético"
Fernández, muy tocado por el caso de las tarjetas black de Caja Madrid, de las que dispuso de 37.000 euros, ha planeado un calendario con su salida en la primera mitad de 2015. Él justifica que pretenda mantenerse ese tiempo en el puesto porque quiere culminar las medidas que prometió a su organización: “un código ético, los estatutos y los cambios en el proceso electoral”.
Ya tiene un sustituto y planea quedarse en la junta
En una entrevista en Expansión.com, el presidente de la CEIM no se corta al afirmar que su sustituto será Juan Pablo Lázar, vicepresidente primero. “El continuador de esto será él, que para eso lo puse como número dos”, asegura.
Arturo Fernández da por seguro que dejará la presidencia de la CEIM, pero deja caer que planea permanecer en la junta de la patronal. “Me puedo quedar”, subraya.
¡Está "cabreado" por lo de las tarjetas black!
En cuanto a las tarjetas de crédito ocultadas a Hacienda de las que dispusieron consejeros y directivos de Caja Madrid, entre ellos él mismo, Fernández ha vuelto a desentenderse al señalar que “es un tema escabroso”, “políticamente es una chapuza monumental y entiendo que la gente esté cabreada. El primero que está cabreado soy yo”, ha zanjado.
Usaba la tarjeta en sus propios restaurantes
Al ser preguntado por qué no preguntó si tenía que tributar por la tarjeta ha respondido que no se le ocurrió, porque “era algo habitual, te la daba el secretario [del consejo de Caja Madrid, Enrique de la Torre] y te decía que era para gastos de representación. ¿Podríamos haber tributado? Sí, podríamos haber tributado todos desde 1988, no sólo los últimos 80 y tantos”, ha dicho.
El golpe de los 8.200 euros el 21 de diciembre de 2010
En el desglose de los gastos del presidente de la CEIM con su tarjeta black de Caja Madrid aparecen importes elevados en sus propios restaurantes (es el presidente del Grupo Arturo Cantoblanco de restauración). Él justifica que eran “gastos de representación”.
Cuando se le pregunta por uno de los mayores gastos, el 31 de diciembre de 2010, cuando gastó 8.200 euros en unos grandes almacenes, él contesta que “serían regalos institucionales de Navidad”.