Ana Botella y su entorno andan extraordinariamente nerviosos. Razones no les faltan. La imputación y dimisión del concejal, Pedro Calvo, parece que está muy lejos de cerrar las responsabilidades, al menos las políticas, de los principales actores del Ayuntamiento en el caso Madrid Arena. Aún no hemos oído lo último del vicealcalde, Miguel Angel Villanueva, y su personal relación con el dueño de Diviertt, Miguel Ángel Flores. Ni, por ejemplo, de los viajes de la alcaldesa al hotel resort de lujo portugués en mitad de la crisis. En el Ayuntamiento muchos sienten que el sillón de la alcaldesa se mueve, y por ende, también peligran los suyos propios.

Aguirre, González y Botella ¿tres nombres para dos cargos?
Para empezar, Esperanza Aguirre no corta, sino al contrario, parece alentar la campaña de rumores que han lanzado sus medios afines sobre su posible interés en ‘regresar’ (como si se hubiera ido alguna vez) para hacerse con el gobierno del Ayuntamiento. Mientras, su valido, Ignacio González, no baja la presión y prácticamente no deja un solo día de ‘solidarizarse’ con Botella, a la que acusa de ‘no enterarse’ de las cosas del gobierno madrileño porque ‘bastante tiene con lo del Madrid Arena’.

Muchos cañones apuntando contra ella, por lo que en medio de su desesperación por mantenerse ‘botella a flote’, la alcaldesa decide estas últimas horas, aconsejada quizás por alguien, abrir un nuevo frente intentando librarse de las culpas: intenta pasar a la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, la responsabilidad sobre la seguridad de la fiesta.

El 'marrón' a la Delegación del Gobierno…
Los hechos son estos. Esta mañana la Alcaldía presenta un escrito de ¡25 páginas! que titula “Informe sobre organización, gestión y seguimiento por Madrid Espacios y Congresos S.A. del evento denominado “Thriller Music Park –Steve Aoki (Halloween)”. Un tocho en el que el Ayuntamiento viene a dar su versión de los hechos. Pero que cuando llega a la Delegación del Gobierno, según cuentan a ELPLURAL.COM fuentes del PP madrileño, provoca un “estallido de ira” en la delegada, Cristina Cifuentes, y su entorno.

¿La razón? En varios pasajes del documento se intenta echar sobre la Delegación del Gobierno, sin disimulo, la responsabilidad sobre la seguridad de la fiesta. En el documento se leen, por ejemplo, varias alusiones a que Madrid Espacios y Congresos (MADRIDEC) o los organizadores comunican “el evento a la Delegación del Gobierno de Madrid que efectúa una visita de inspección al espacio el mismo día de su celebración”, o que “MADRIDEC comunicó a la Delegación del Gobierno que el número de asistentes sería de 7.000”.

O, lo que más ha molestado al parecer a los responsables de la Delegación, que “a la apertura de puertas se personan en las instalaciones dos funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía, que solicitan la documentación y proceden a la revisión del montaje e instalaciones en compañía de personal de MADRIDEC, SEGURIBER Y DIVIERTT en cuanto organizadora del evento. Se revisan los puntos de evacuación del edificio, los extintores, se recorren las áreas periféricas del recinto y se visitan las instalaciones del servicio médico”. Es decir, se viene a poner blanco sobre negro que la Delegación del Gobierno habría dado la conformidad a la celebración de la fiesta y, por tanto, de alguna manera, tomado responsabilidad sobre su seguridad.

El Ayuntamiento hace suyos los argumentos de DIVIERTT
Pero hay aún más que explical irritación de la delegada y su gente. Según las fuentes del PP con las que hemos hablado, Cristina Cifuentes niega todas y cada una de las aseveraciones que contiene el Informe de Botella. Es más, en la Delegación lo que recuerdan es que la responsabilidad sobre la seguridad en este tipo de actos y fiestas está transferida, por ley, a Comunidad y Ayuntamiento.

Pero lo que provoca realmente la furia de la delegada, según nos asegura un alto cargo del PP madrileño, es que el documento encubre la existencia de una traición por parte de Botella contra Cifuentes.

Traición de Botella a Cifuentes
Conforme al relato que nos hacen llegar, cuando hace una semana los responsables de DIVIERTT, en su intento de eximirse de responsabilidades, emitieron un comunicado cargando sobre la Delegación del Gobierno las mismas acusaciones que ahora asume, en su “Informe”, el Ayuntamiento de Madrid, Cristina Cifuentes llamó personalmente a Ana Botella. Le expuso su enfado con la empresa de espectáculos y le anunció que iba a hacer público un comunicado desmintiendo las implicaciones que hacía la empresa de José María Flores. La alcaldesa le pidió que no lo hiciera, al parecer para “evitar echar más confusión sobre la investigación que ellos mismos estaban llevando a cabo”.

Cristina Cifuentes hizo lo que le pedía la alcaldesa, y dejó en sus manos aclarar el entuerto. Cuando han visto este jueves el Informe, y se han encontrado con que de nuevo intentan echarles una responsabilidad que por ley no les corresponde, pero esta vez no por parte de DIVIERTT, sino desde el propio Ayuntamiento madrileño, su sentimiento es el de que Ana Botella ha traicionado a Cristina Cifuentes.

Más allá del Madrid Arena
Las mismas fuentes de la dirección del PP madrileño han reconocido a ELPLURAL.COM que al fondo de todo este asunto está, como decíamos, el pulso por el control del partido en el que es uno de sus principales reductos. El caso Madrid Arena lo que ha venido a provocar ha sido acortar los plazos para que estallara una batalla que estaba más que anunciada. Y en la que participan no sólo los actores regionales, sino también los diferentes grupos de poder que se mueven en Génova y Moncloa.

Según aseguran a este periódico, alguna de las partes involucradas ha exigido en las últimas horas a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, que actúe para mediar sino quiere que el partido en Madrid directamente estalle. En el caso de Botella, nos apuntan que se desconfía de su capacidad política, pero sobre todo que molestan sus formas. Se critica su soberbia. “Lo que le está pasando con el Madrid Arena –nos dicen- simplemente no se lo cree, no lo comprende… Si no fuera porque hay unas jóvenes muertas hasta sería ridículo, porque cuando se habla con ella parece tener la impresión de que es la gran sacrificada de todo lo sucedido… No entiende cómo le pueden hacer esto a ella con lo que ha hecho por el partido su Jose (léase el nombre con el acento en la o)”.

La guerra por Madrid ha quedado inaugurada
La realidad es que la guerra por Madrid acaba de iniciarse. Ignacio González, respaldado por Aguirre, que como decimos, quizá también luche por ella misma; Ana Botella, cubierta por su marido y su entorno; Cristina Cifuentes respaldada por Soraya Sáenz de Santamaría y el complejo de influencias de Moncloa y, una outsider, Lucía Figar, la favorita de Marida Dolores de Cospedal (que quiere cualquier cosa que se oponga a los deseos de la vicepresidenta del Gobierno), están iniciando un conflicto en el que aún nos quedan por ver muchas batallas con gran ruido y efectos especiales.