El camino de Pedro Sánchez para repetir en la Moncloa se ha allanado considerablemente tras cerrar -no libre de tiras y aflojas y sendas reuniones intensas- con Junts per Catalunya un acuerdo político. Un pacto anunciado este jueves que recoge explícitamente el compromiso de tramitar una ley de amnistía para apuntalar los apoyos de los de Carles Puigdemont en la investidura del secretario general del PSOE y que ha provocado nuevas protestas violentas por parte de la derecha y la ultraderecha ante la sede de los socialistas en Madrid y otras ciudades. También con el PNV, del que todavía se desconocen los pormenores de una alianza rubricada este mismo viernes. Sin embargo, aunque las curvas se han suavizado no está todo hecho. Al candidato para el Gobierno todavía le quedan unos pasos que dar para volver a ser presidente en esta legislatura.

Los pasos a seguir tras Junts

A menos de 20 días de que finalice el plazo para poder celebrar votaciones de investiduras con el objetivo de tener un presidente del Ejecutivo -y evitar ir de nuevo a elecciones generales-, Pedro Sánchez no lo tiene todo hecho. El documento rubricado en las últimas horas por el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y el secretario general de Junts, Jordi Turull, primero, y el firmado por el mismo dirigente socialista con el líder vasco, Andoni Ortuzar, este viernes en el Congreso han sido las últimas encrucijadas a las que se ha tenido que enfrentar los socialistas en su búsqueda de apoyos para la formación de un gobierno progresista. Y es que mientras EH Bildu no ha pedido nada a cambio y otros socios sellaron sus alianzas hace semanas, como ERC o Sumar, los independentistas catalanes y vascos lo han puesto más difícil.

Pero no son los únicos escollos. Tras estos dos acuerdos -los últimos en términos parlamentarios- los de Sánchez tienen que correr los últimos metros hacia la meta en las próximas horas. En concreto, los socialistas deben registrar la ley de la amnistía acordada en el Congreso de los Diputados una vez que el resto de los aliados den su visto bueno al texto, al tiempo que la presidenta de la Cámara Baja, Francina Armengol, también tiene que fijar la fecha del debate y la votación de la investidura, y anunciarla de forma oficial. Eso sí, más de un mes después desde que el rey Felipe VI le designara como candidato oficial tras el fallo de Alberto Núñez Feijóo. Por otra parte, a esta hora no hay constancia de avances con Coalición Canaria, que se abrieron a apoyar a Sánchez con giro incluido siempre que asumieran la "agenda canaria".

La ley de amnistía

Ya en el marco de las negociaciones, el PSOE todavía tiene que registrar la propuesta de ley de amnistía en el Congreso. La intención de los partidos del Gobierno era presentar la proposición de ley a comienzos de este mes noviembre pero el órdago de Puigdemont lo ha retrasado y por ahora se desconoce cuándo va a ser. Cerdán ha explicado desde Bruselas que, como el texto va a tener estampada la firma de todos los grupos que van a sostener la investidura -PSOE, Sumar, PNV, EH Bildu, BNG, ERC y Junts-, ahora tienen que esperar a que todos revisen el documento y den su visto bueno final al mismo antes de llevarlo al registro. Una vez esto ocurra, la Mesa la debe calificar para que avance su tramitación, que se prevé larga y tortuosa gracias a las amenazas e intentos de tumbarla del PP y Vox en el Senado y los tribunales.

El debate y votación de investidura

Por último, la fecha para el pleno de investidura. Sin tener confirmación, todo parece apuntar a que el debate y votación para investir a Sánchez se va a celebrar los días 15 y 16 de este mes, es decir, el miércoles y jueves de la semana que viene. Sin embargo, hasta que no haya anuncio por parte de Armengol previsiblemente el próximo lunes esta previsión puede cambiar. La tardanza desde la decisión de Felipe VI hasta la convocatoria oficial -para la que ya llevamos más de un mes- ha despertado las críticas del PP y ha provocado que la Mesa habilitara en una de sus últimas reuniones todos los fines de semana y festivos hasta el día 27 para su celebración.

El reglamento recoge un protocolo muy específico para el pleno de investidura, que se inicia en una primera jornada con una exposición sin límite de tiempo del programa político por parte del candidato. El mismo día o al siguiente es el turno de los portavoces de cada grupo parlamentario, que cuentan con 30 minutos cada uno para marcar posición. Tras esto, el aspirante a presidente puede responder a todos o a quien desee, de forma individual o agrupada, antes de abrir el turno de réplicas. Una vez terminado, se produce la primera votación, para la que se necesita mayoría absoluta de 176 votos a favor. De no lograrlo hay un segundo intento con una nueva votación a las 48 horas, en la que ya vale una mayoría simple. Es decir, más síes que noes. Pero los socialistas aseguran tenerlo cerrado en la primera.