20 de agosto de 2003 en Madrid, comisión de investigación sobre el ‘tamayazo’ en la Asamblea de Madrid. El arquitecto Leopoldo Arnaiz, elegido por los gobiernos del PP en Boadilla del Monte y en Alcorcón para desarrollar sus planes urbanísticos, declara sobre sus posibles conexiones con la trama que derribó a Rafael Simancas. Arnaiz tenía múltiples intereses inmobiliarios en marcha junto al PP en aquellos momentos, de hecho entre otras cuestiones tuvo que responder sobre sus intereses cruzados: trabajaba al mismo tiempo para los ayuntamientos del PP y para promotores privados con intereses en esos municipios. Se mostró entonces irónico, bromista cuando le preguntaron sobre la posible falta de ética de esas actuaciones mezclando intereses públicos y privados y salió indemne del escrutinio.
El trampolín de Granados
Al mando de la comisión como presidente y con sus modos afables Francisco Granados escuchaba y controlaba. Era entonces un recién estrenado diputado de la Asamblea que ni siquiera había abandonado todavía la alcaldía de Alcorcón. El cierre en falso de aquella investigación política fue el preludio de que Esperanza Aguirre arrasara en las elecciones ‘repetidas’ de octubre y de la eclosión política del propio Granados como su brazo derecho tanto en el Gobierno regional como en el PP de Madrid al frente de la secretaría general. Era el inicio del poder absoluto de los populares en Madrid y Arnaiz volvía a un discreto segundo plano en el que continuaba trabajando en desarrollos urbanísticos en más de 40 munipios de la Comunidad.
Luego vinieron los desmanes en Caja Madrid, los ‘Gürtel’, las ‘Púnicas’, el desmantelamiento de Telemadrid, los áticos… todos los escándalos que están ahora en tribunales. Granados está en la cárcel, Ignacio González será también juzgado y Aguirre ha tenido que dimitir de la presidencia del PP de Madrid -aunque se mantiene como edil del Ayuntamiento su periplo político parece agotado-. La segunda fila, los ‘técnicos’, también desfilarán por los tribunales: Arnaiz será juzgado a partir del 17 de mayo acusado de blanqueo y fraude fiscal.
Juez y parte en la burbuja inmobiliaria
Arnaiz, que según Público contaba con un entramado societario opaco con el que controlaba un patrimonio próximo a los 500 millones de euros -a través del cual es por ejemplo el ‘casero’ que arrenda a los obispos el edificio que sirve como sede a 13TV- será juzgado junto a cuatro de sus presuntos testaferros. Afronta una petición de cárcel de más de tres años. Es lo que pide la asociación Transparencia y Justicia, una de las acusaciones personadas en la causa junto a la Abogacía del Estado y la formación IU. En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso ELPLURAL, Transparencia y Justicia resume que Arnaiz habría llevado a cabo “operaciones defraudadoras” a través de tres de sus sociedades, Beltraex Nexo, Gamávila Urbana y Gamayalde, en las que a través de operaciones cruzadas se transmitieron terrenos “de una a otras sociedades revalorizando o devaluando interesadamente el valor de las fincas sin que nada se haya aportado a las mismas” y con un perjuicio a Hacienda de más de un millón de euros. Recuerdan que una denuncia de una exsocia -también juzgada en esta causa- “destapó que Arnaiz controla a través de testaferros una red de sociedades que compra terrenos y construye en los municipios donde ha redactado los planes urbanísticos”.
El arquitecto referente de la época del 'aguirrismo' tiene otra causa pendiente por presunta estafa, una acción judicial iniciada contra él por una exsocia, y además aparece en la lista de morosos a Hacienda con 40 millones de deuda a través de varias de sus sociedades.
"El PP no podía dejar de saber lo que pasaba"
Modesto Nolla, hoy vicepresidente segundo de la Asamblea, fue el portavoz del PSOE en aquella comisión que recuerda de forma amarga porque el tiempo les ha acabado dando la razón pero las alertas no sirvieron entonces. Explica a ELPLURAL.COM que el problema era la falta de pruebas y que en el PP eran perfectamente conscientes de lo que pasaba. “No es ninguna sorpresa que estén cayendo todos y el PP no podía dejar de saberlo, la elección de Granados para aquella comisión de hecho no fue casual. Al final este tipo de tramas se empiezan a resquebrajar por delaciones internas”, apunta.