El ministro de Justicia, Rafael Catalá, parece haberse podemizado. Durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, Irene Montero le ha preguntado qué medidas piensa implementar el Ejecutivo para “garantizar la necesaria perspectiva de género en la Justicia”. Un asunto candente dada la sentencia a La Manada. Y cuando todos esperaban una lucha encarnizada, esta nunca se produjo: el ministro dijo coincidir con la visión de la portavoz parlamentaria de Podemos.

Montero ha dicho que el Gobierno “ha despreciado y tratado de criminalizar” al movimiento feminista, al tiempo que le ha recordado que siguen sin cumplir con el pacto de Estado contra la violencia de género (que no tiene presupuesto). Montero ha afirmado que “le hemos escuchado que era un problema individual, un voto particular de un juez”, pero no es así: “Tenemos un problema estructural” y por eso “hay jueces que dicen ver jolgorio y excitación” en una violación, o que preguntan a una víctima “si cerró las piernas”. También le ha pedido que modifique la decisión de que la comisión que debe reformar el delito de violación esté formada únicamente por hombres.

Rafael Catalá ha respondido con un claro y tajante: “Coincido con su planteamiento”.