Inventarse un curricúlum o plagiar una tesis doctoral le ha costado su cargo a varios políticos. En muchos de estos casos, al igual que sucede con el máster de Cristina Cifuentes, el escándalo fue denunciado por un medio de comunicación. Todos ellos acabaron dimitiendo a diferencia de la presidenta madrileña que sigue atrincherada en su cargo quien habla de conspiración contra ella pese a haber reconocido con toda normalidad que recibió un trato de favor de la Universidad Rey Juan Carlos. 

Estos son los casos que hemos descubierto, la mayoría de ellos en Alemania y que deberían servir de ejemplo a Cifuentes.

Dos ministros de Merkel plagiaron su doctorado

El más joven y mediático ministro de la canciller Angela Merkel se vio obligado a dimitir en 2011 por plagiar su tesis doctoral. El aristócrata Karl-Theodor zu Guttenberg, que ocupaba la cartera de Defensa, vio cómo se truncaba su carrera política después de que un periódico publicase pruebas del plagio. La universidad le retiró el título y, pese a que se resistió al principio a dejar su cargo, no le quedó más remedio que hacerlo. 

Dos años después, otra ministra del gabinete de Merkel tuvo que renunciar al cargo por los mismos motivos. Annette Schavan dimitió como ministra de Educación y Ciencia [precisamente] tras descubrirse que había copiado parte de su tesis doctoral, presentada 33 años antes. La universidad de Düsseldorf le quitó el título de doctora en derecho.

Pál Schmitt, tuvo que dimitir como presidente de Hungría en marzo de 2012 después de que se demostrase que había plagiado algunos capítulos de su tesis doctoral realizada 20 años antes. 

Un abogada de ficción

Por su parte, Petra Hinz, diputada del Partido Socialdemócrata alemán (SPD), quien dimitió en julio de 2016 tras reconocer que se había inventado su currículum de jurista. El escándalo se destapó gracias a un medio de comunicación, cuando el diario West Allgemeine Zeitung (WAZ) publicó que no tenía un título de bachillerato para acceder a una carrera universitaria, tampoco cursó estudios de Derecho ni menos aún completó un examen en este ámbito. En realidad tenía estudios de formación profesional y su abogado la excusó diciendo que nunca pretendió ejercer como jurista.

El ya fallecido Max Streibl renunció a su cargo de presidente de Baviera el 27 de mayo de 1993 tras conocerse que un amigo empresario le había invitado a unas vacaciones en Brasil y Kenia. En España han pasado casos similares pero a nadie se le ha ocurrido dimitir por minucias como esa.

El mismo camino siguió Heinz Schleusser quien dimitió en enero de 2000 como ministro de Finanzas de Renania Norte-Westfalia por haberse llevado a su pareja a dos viajes de trabajo a Yugoslavia en un jet privado cedido por WestLB.

Maxime Bernier, ministro de Defensa de Canadá, dimitió en 2008 de su cargo tras olvidarse unos papeles secretos de la OTAN en casa de su novia. Los papeles se devolvieron pero el escándalo saltó a la prensa y él renunció al cargo. 

El ministro británico de Energía, Chris Huhne, dimitió en 2012 después de que que la Fiscalía informase de que será procesado por intentar evitar que le retirasen puntos del carné de conducir por exceso de velocidad atribuyendo la multa a su exmujer Vicky Pryce

 Maxime Bernier, Ministro de Defensa de Canadá, dimitió en 2008 tras olvidarse unos papeles secretos de la OTAN en casa de su ex-novia Julie Couillard. Coulliard devolvió los papeles al Ministerio de Defensa, pero alguien filtró la información a la prensa y Bernier decidió presentar su dimisión. 

El presidente alemán Christian Wulff apenas duró un año en el cargo al verse obligado a dimitir el 17 de febrero de 2012 por un escándalo de tráfico de influencias cuando era ministro presidente de Baja Sajonia. Wulff aceptó un crédito privado con unas condiciones muy ventajosas de empresarios amigos por medio millón de euros, con el que adquirió una casa unifamiliar. 

Marlies Mosiek-Urbahn dimitió el 20 de agosto de 2001 como ministra de Familia del estado de Hesse por si su separación matrimonial podía afectar al desempeño del cargo. 

Más reciente es el caso del lord inglés Michael Bates que dimitió el pasado mes de febrero por llegar tarde al Parlamento.