La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, cree que la decisión del Tribunal Constitucional de suspender la convocatoria del referéndum del 1-O es "correctísima". Sin embargo, al mismo tiempo, reclama un debate sobre la estructura territorial de España:
"Es muy importante que distingamos un acto que es incuestionable y que acatamos y que yo personalmente como jurista considero que es correcto, que es que el Tribunal Constitucional haya suspendido el referéndum aprobado por el Parlamento catalán, y otra, y fijaros que se lo oí decir el otro día al presidente de Gobierno, y es que se sigan expresando opiniones de todos aquellos que entienden que tiene que haber un debate general sobre la estructura territorial de nuestra querida España"
Los ha dicho este miércoles en una intervención en el Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. Sobre la decisión del juez José Yusty Bastarreche de suspender el acto a favor del derecho a decidir en Matadero, una instalación de titularidad municipal, la alcaldesa ha dicho que no la comparte aunque la acata "escrupulosamente". Carmena, como ya hiciera Rita Maestre, ha reiterado que el consistorio presentará alegaciones al auto de suspensión del acto. La alcaldesa ha reivindicado el refuerzo de "derechos fundamentales" como el de libertad de expresión y reunión.
Evita responder a las críticas del juez
Preguntada por los comentarios críticos del juez sobre su aspecto físico y el de los concejales de Ahora Madrid, Carmena ha evitado hacer comentarios. "Soy extraordinariamente respetuosa con lo que dicen los demás", ha comentado.
La alcaldesa cree que "hay que aceptar que los miembros del poder judicial tienen sus opiniones, ideología y visión sobre la política y la sociedad". En su opinión, la ideología de un juez no impide que "ejerza bien su magisterio". Preguntada por la prensa sobre si le llama la atención que el recurso del PP haya ido a caer precisamente a Yusty Bastarreche, la alcaldesa ha sido rotunda al contestar que no, que habrá llegado a él "por reparto aleatorio". "No quiero ni pensarlo. No creo que eso haya podido suceder", en referencia a una posible mano interesada que haya hecho caer la causa en su juzgado.
