Giro de 180 grados en la política estadounidense con respecto a Cuba. Si Barack Obama en su último mandato trabajó por la normalización de las relaciones con la isla, acabó con el embargo, reabrió la embajada y fue el primer presidente de EEUU en visitar Cuba en más de 40 años, ahora Donald Trump ha dado marcha atrás.

En un comunicado, la Casa Blanca ha asegurado que "la política reafirma el embargo estadounidense impuesto por ley a Cuba y se opone a los llamados en las Naciones Unidas y otros foros internacionales para acabar con él". El cambio de política hacia Cuba anunciado hoy por el presidente de EEUU, Donald Trump, en un acto en Miami (Florida) incluye su apoyo al embargo comercial y financiero estadounidense a la isla y la oposición a las peticiones internacionales con respecto a él.

Un "mejor acuerdo"

En su discurso, Trump, además de anunciar la "cancelación" de la política de Barack Obama hacia Cuba, se mostró dispuesto a negociar "un mejor acuerdo" con la isla, pero solo si hay avances "concretos" hacia la celebración de "elecciones libres" y la liberación de "prisioneros políticos". "Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos, preparados y capaces de volver a la mesa para negociar ese acuerdo, que será mucho mejor", dijo Trump en Miami, ciudad con más cubanos exiliados de la isla.

Trump ha afirmado que sigue de cerca las denuncias sobre los crímenes del "brutal" régimen de los Castro, y "es importante que haya libertad, ya sea en Cuba o en Venezuela". El presidente estadounidense reconoció que, "a veces" en política, las cosas toman un "poco más de tiempo" del deseado, pero prometió que llegarán "ahí" y que lograrán que Cuba sea libre.

En un acto en el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, que lleva el nombre de uno de los brigadistas de la fallida invasión de Bahía Cochinos (Cuba), en 1961, Trump agradeció al exilio cubano por ser la "voz de los que no la tienen", y dijo que, con ello, hacen la diferencia en la lucha para acabar con la persecución y como una "ideología depravada" como la que hay en Cuba.

El presidente mencionó además a los disidentes José Daniel Ferrer y Berta Soler, a los que no se les permitió viajar a Miami. "Están no están aquí con nosotros, pero nosotros estamos al 100 % con ellos", aseguró.